jueves, 18 de octubre de 2018

CONFERENCIA: "EVOLUCIÓN DE LA ESCRITURA"



RECUERDA, LOS SÁBADOS…AL CAFÉ DE L’ÒPERA


CONFERENCIA



"EVOLUCIÓN DE LA ESCRITURA”
DEL SIGNO A LA LETRA, PASANDO POR EL NÚMERO Y LA FORMA


PONENTE: DAVID GONZÁLEZ I SELLES


LUGARCAFÉ DE L’ÒPERA

La Rambla, 74, de Barcelona (frente al Gran Teatro del Liceo)



Día: SÁBADO 17 de NOVIEMBRE

Hora: 20:00 horas



CHARLA: “EVOLUCIÓN DE LA ESCRITURA” – Del Signo a la Letra, pasando por el Número y la Forma-

A Cargo deDavid González i Selles.


D. David González i Selles De profesión Capitán de la marina mercante, empezó navegando de mozo de cubierta – marmitón y marinero, para financiarse parte de los estudios, tras haber abandonado la carrera de Medicina, tiempo en el que lo compaginó con 2 años de trabajo como interno en un hospital, en el que participó de forma activa en unas 110 intervenciones quirúrgicas.

Navegó principalmente por Mediterráneo, casi toda la costa africana desde Egipto hasta Angola, Portugal y EEUU; tanto en buques de Carga general en tiempos en que no había GPS ni casi electrónica a bordo, con aguja magnética y sextante, así como en buques de carga a granel con los primeros sistemas auto descargantes por ordenador que se construyeron en España y Navegación por Satélite, acabando de Capitán en buques de salvamento en México.

Dejó de navegar en septiembre de 1985 y acabaría montando una pequeña empresa con otros socios, de importación y exportación, tránsitos y despacho de aduanas. Fue en dicho periodo de 1987, que en una Feria en Bolivia, tuvo conocimiento por primera vez, de que la lengua Aimará era matemática y se estaba usando como lengua puente, en lo que después sería el Proyecto Atamiri de Google; posteriormente averiguó que el Quechua también lo era, aunque su sistema a través de nudos, estaba por descifrar.

En 1988, fundó una Ingeniería de Telecomunicaciones y señalización visual, a la que se añadiría voz digitalizada por ordenador al poco tiempo, haciendo más de 50 estaciones de RENFE, indicando con Teleindicadores – Monitores y Megafonía digitalizada, el destino de los trenes y paradas; durante este tiempo realizó cursos de ensamblaje electrónico en Taiwan y de Fibra Óptica en Alemania.

En 1992 se cerró dicha ingeniería y de asoció a otra Ingeniería mayor, con capacidad económica para optar a mayores proyectos y soporte técnico; con la que ganamos el Concurso de señalización de estaciones de Cercanías de RENFE en Barcelona, enlazando todas las estaciones a través de cable de cobre pre-existente, a 2 MB de velocidad conectadas a una Estación central en Estación de Francia, que a su vez recibía los datos en tiempo real de la ubicación de los trenes y se disparaba automáticamente la información en las estaciones; y también se realizó la señalización de Teleindicadores de la Generalitat de Cataluña.

Ya desde 1989, empezó a estudiar la posibilidad de un lenguaje matemático-numérico que permitiera una mayor facilidad de programación de la información, para llegar a la conclusión de que nuestro propio Alfabeto era tal en sus inicios y su origen estaba en Egipto, habiéndose transmitido a través de los Fenicios, por razones comerciales, a todos los países mediterráneos y Reino Unido; lo cual es el motivo de esta charla.




Si bien es muy difícil llegar a una conclusión definitiva, se supone que las primeras formas de registros escritos se remontan a la última glaciación, hace unos 20000 años.

Se han encontrado huesos y cuernos con grupos de incisiones regulares que, según algunos arqueólogos, podrían ser calendarios. Y es posible que fueran utilizadas para seguir el rastro de los animales migratorios, de los cuales dependían los cazadores del Paleolítico.

Sin embargo, la escritura propiamente dicha, sin duda uno de los pasos clave en la conquista de la civilización, no se inventó hasta mucho tiempo después. Se cree que surgió alrededor de los años 4000 y 3000 a. C.

Pero curiosamente, las primeras formas de comunicación escrita no aparecieron en una cultura concreta, sino en varias al mismo tiempo. Y se piensa que, entre todas ellas, los primeros en crear un sistema de escritura más o menos ordenado fueron los sumerios, un pueblo que habitaba en Mesopotamia, zona en la que hoy se encuentra Irak. Aunque, claro, su vocabulario, gramática y sintaxis no parecen tener relación con ninguna otra lengua conocida.



La de los sumerios es, entonces, la lengua escrita más antigua de las que se poseen testimonios gráficos. Su alfabeto es cuneiforme, esto es, en forma de cuña. Y las primeras inscripciones, que se encontraron en el sur de Mesopotamia, proceden del 3000 a. C.

Poco después apareció un nuevo código en Egipto y, aunque existían relaciones entre ambas culturas, los símbolos que utilizaban eran muy diferentes.

En 2500 a. C., otros dos pueblos inventaron sus propios sistemas de escritura: Los elamitas, que vivían en lo que hoy es Irán, y los que habitaban en la región del río Indo, en la actual Pakistán.

Después ocurrió lo mismo en la isla de Creta, en Asia Menor y en el valle del río Amarillo, en lo que hoy es la China. Y si parece que la única gran civilización que se quedaba afuera del asunto de la escritura parecía ser la Inca, otras fuentes señalan que, por esos tiempos, en América central ya había pruebas de una búsqueda por comunicarse a través de símbolos escritos.

En todos los casos, estas primeras formas de escritura se basaban en simples dibujos de objetos. Con el tiempo, se hizo necesario transmitir ideas que no eran fáciles de dibujar, y fue entonces cuando hubo que combinar dibujos para poder comunicarse. Se había dado un gran paso: El dibujo o el signo dejó de representar el objeto dibujado para encarnar un sonido. Porque esa operación permitió el invento del alfabeto, es decir, la utilización de un signo para cada sonido. Antes, la escritura jeroglífica de los egipcios o la cuneiforme de los sumerios, utilizaban cientos de símbolos.


Y aunque ambos sistemas eran los más utilizados en el mundo antiguo, muy pronto fueron reemplazados por el alfabeto, que utilizaba pocos caracteres y era más fácil de aprender.

A quienes se les atribuye la creación del primer alfabeto es a los semitas, que habitaban la península de Sinaí aunque, a decir verdad, se desconoce cuál era su patria original. Algunos estudiosos la localizan al suroeste de Asia, y otros en Arabia. Las pruebas arqueológicas indican que los pueblos de habla semítica se dispersaron a través de Mesopotamia antes del establecimiento de su cultura urbana.

Lo que hicieron los semitas fue adaptar el sistema egipcio, reemplazando sus jeroglíficos con nombres de objetos cotidianos en su propio lenguaje. Luego, gracias a los fenicios y su conocida condición de mercaderes viajeros, ese sistema llegó a Grecia y finalmente se convirtieron en las letras de nuestro propio abecedario.



No fue el único lugar que visitaron los fenicios y otros pueblos también adaptaron el alfabeto a su antojo. Así surgieron el arameico, que derivó en los alfabetos hindú, árabe y hebreo, y el cirílico, que dio origen a los alfabetos de las lenguas eslavas.

Sin embargo, algunos pueblos no incorporaron el alfabeto: Es el caso de los chinos, que conservaron -y aún hoy conservan- los signos derivados de dibujos que crearon hace 3500 años. Y es así como, mientras nuestro alfabeto apenas llega a las treinta letras, su escritura tiene más de 50000 caracteres.

Esta es, a grandes rasgos y muy resumidamente, la evolución de los distintos sistemas de escritura, que derivaron en las formas actuales que el hombre moderno conoce y utiliza.

Pero es interesante preguntarse además por los motivos que llevaron al hombre a necesitar de la escritura.

Tal vez la respuesta se encuentre en los primeros mensajes escritos que se conservan. En la mayoría de los lugares donde se utilizó algún tipo de escritura, los documentos que se conservan son etiquetas, a menudo en recipientes para almacenar, y listas o nombres de los gobernantes.


Por otro lado, como uno podría sospechar, en estas sociedades, como en las nuestras, algunas personas eran más ricas que otras y el poder estaba concentrado en las manos de grupos reducidos.

Por lo que se supone que uno de los motivos por los que se inventó la escritura era para organizar los desplazamientos de bienes y personas, con el fin de mantener el control sobre ambas.

Es indudable también que para estos hombres las palabras escritas eran fuertes símbolos de autoridad. Prueba de ello son los gigantes nombres de gobernantes escritos en las tablas de piedra en América central o los huesos de los oráculos en China, durante la dinastía Shang, entre 1480 y 1050 a. C. Ellos indicaban su condición especial y por lo tanto realzaba su poder, su capacidad de control.


Otra posible similitud con los tiempos actuales se encuentra en el hecho de que muy pocas personas sabían leer y escribir. En la mayoría de los pueblos, sólo los escribas poseían esa capacidad y, curiosamente o no tanto, los propios reyes eran muchas veces analfabetos. Esto no debe sorprender, ya que la mayoría de los sistemas de escritura eran muy complejos y superaban la inteligencia de los gobernantes. Algo que también suele ocurrir en los tiempos modernos.

Pero claro que en otras sociedades, aunque no en todas, la escritura se utilizaba con otros fines. Por ejemplo, en la antigua Mesopotamia, se ponían por escrito algunos documentos comerciales, cartas, leyes, rituales religiosos e, incluso, algunas obras consideradas “literarias”.



Es bueno aclarar que los cruces entre diferentes sistemas y sus mixturas no fue producto de amables acuerdos entre los habitantes de cada región. La sustitución de prácticas escritas tuvieron lugar cuando un pueblo dominaba o colonizaba a otro. Muchos consideraban que la escritura era un regalo de los dioses, por lo que cada pueblo mantenía celosamente la fidelidad de su propia práctica escrita.

Ese conservadurismo se mantiene en nuestros días, cuando cualquier cambio o modificación ortográfica plantea grandes dudas, e incluso en los congresos de lingüistas que se plantean la necesidad de reformar la ortografía para mejorarla y hacerla más eficaz a los fines de la comunicación, existen grandes resistencias y es difícil lograr acuerdos.


Al término de la conferencia a cargo de David González i Selles, se abrirá el debate, planteándose todas las opiniones o interrogantes que surjan sobre el tema en cuestión.

Os esperamos!!!.


Cómo llegar a:


CAFÉ DE L' ÒPERA:

LA RAMBLA, 74  (frente al Gran Teatro del Liceo, a pocas calles de Plaza de Catalunya)






Sito en la  céntrica calle La Rambla, nº 74, frente al gran Teatre del Liceu a muy pocas calles de Plaza Catalunya. Es un local confortable,  emblemático con glamur y solera, donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de quien lo desee de una informal cena, en pleno corazón de la ciudad. Tenéis la parada de metro "Liceu"  L3  línea verde, e infinidad de lineas de autobuses, y en plaza catalunya los nocturnos y todas las lineas que van a "cercanías"


Mejor ubicación imposible!!.


¡!Os esperamos!!


Móvil para confirmar asistencia o para cualquier consulta: 654113551

Montse Guardia.




GRUP PSICOGNOSIS SOCIAL  "G.P.S"

1 comentario:

  1. Vull assistir a la conferència i truco al tel.de contacte i no contesta mai ningú.
    Rosa Peretó 619953590

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