RECUERDA,
LOS SÁBADOS…AL CAFÉ DE L’ÒPERA
CONFERENCIA
"EVOLUCIÓN
DE LA ESCRITURA”
DEL
SIGNO A LA LETRA, PASANDO POR EL NÚMERO Y LA FORMA
PONENTE:
DAVID GONZÁLEZ I SELLES
LUGAR: CAFÉ
DE L’ÒPERA
La
Rambla, 74, de Barcelona (frente al Gran Teatro del Liceo)
Día:
SÁBADO 17 de NOVIEMBRE
Hora:
20:00 horas
CHARLA: “EVOLUCIÓN
DE LA ESCRITURA” – Del Signo a la Letra, pasando por el Número y la Forma-
A Cargo
de: David González i Selles.
D. David González i Selles De profesión Capitán de la marina
mercante, empezó navegando de mozo de cubierta – marmitón y marinero, para
financiarse parte de los estudios, tras haber abandonado la carrera de
Medicina, tiempo en el que lo compaginó con 2 años de trabajo como interno en
un hospital, en el que participó de forma activa en unas 110 intervenciones
quirúrgicas.
Navegó
principalmente por Mediterráneo, casi toda la costa africana desde Egipto hasta
Angola, Portugal y EEUU; tanto en buques de Carga general en tiempos en que no
había GPS ni casi electrónica a bordo, con aguja magnética y sextante, así como
en buques de carga a granel con los primeros sistemas auto descargantes por
ordenador que se construyeron en España y Navegación por Satélite, acabando de
Capitán en buques de salvamento en México.
Dejó
de navegar en septiembre de 1985 y acabaría montando una pequeña empresa con
otros socios, de importación y exportación, tránsitos y despacho de aduanas.
Fue en dicho periodo de 1987, que en una Feria en Bolivia, tuvo conocimiento
por primera vez, de que la lengua Aimará era matemática y se estaba usando como
lengua puente, en lo que después sería el Proyecto Atamiri de Google;
posteriormente averiguó que el Quechua también lo era, aunque su sistema a
través de nudos, estaba por descifrar.
En
1988, fundó una Ingeniería de Telecomunicaciones y señalización visual, a la
que se añadiría voz digitalizada por ordenador al poco tiempo, haciendo más de
50 estaciones de RENFE, indicando con Teleindicadores – Monitores y Megafonía
digitalizada, el destino de los trenes y paradas; durante este tiempo realizó
cursos de ensamblaje electrónico en Taiwan y de Fibra Óptica en Alemania.
En
1992 se cerró dicha ingeniería y de asoció a otra Ingeniería mayor, con
capacidad económica para optar a mayores proyectos y soporte técnico; con la
que ganamos el Concurso de señalización de estaciones de Cercanías de RENFE en Barcelona,
enlazando todas las estaciones a través de cable de cobre pre-existente, a 2 MB
de velocidad conectadas a una Estación central en Estación de Francia, que a su
vez recibía los datos en tiempo real de la ubicación de los trenes y se
disparaba automáticamente la información en las estaciones; y también se
realizó la señalización de Teleindicadores de la Generalitat de Cataluña.
Ya
desde 1989, empezó a estudiar la posibilidad de un lenguaje matemático-numérico
que permitiera una mayor facilidad de programación de la información, para
llegar a la conclusión de que nuestro propio Alfabeto era tal en sus inicios y
su origen estaba en Egipto, habiéndose transmitido a través de los Fenicios,
por razones comerciales, a todos los países mediterráneos y Reino Unido; lo
cual es el motivo de esta charla.
Si
bien es muy difícil llegar a una conclusión definitiva, se supone que las
primeras formas de registros escritos se remontan a la última glaciación, hace
unos 20000 años.
Se
han encontrado huesos y cuernos con grupos de incisiones regulares que, según
algunos arqueólogos, podrían ser calendarios. Y es posible que fueran
utilizadas para seguir el rastro de los animales migratorios, de los cuales
dependían los cazadores del Paleolítico.
Sin
embargo, la escritura propiamente dicha, sin duda uno de los pasos clave en la
conquista de la civilización, no se inventó hasta mucho tiempo después. Se cree
que surgió alrededor de los años 4000 y 3000 a. C.
Pero
curiosamente, las primeras formas de comunicación escrita no aparecieron en una
cultura concreta, sino en varias al mismo tiempo. Y se piensa que, entre todas
ellas, los primeros en crear un sistema de escritura más o menos ordenado
fueron los sumerios, un pueblo que habitaba en Mesopotamia, zona en la que hoy
se encuentra Irak. Aunque, claro, su vocabulario, gramática y sintaxis no
parecen tener relación con ninguna otra lengua conocida.
La
de los sumerios es, entonces, la lengua escrita más antigua de las que se
poseen testimonios gráficos. Su alfabeto es cuneiforme, esto es, en forma de
cuña. Y las primeras inscripciones, que se encontraron en el sur de
Mesopotamia, proceden del 3000 a. C.
Poco
después apareció un nuevo código en Egipto y, aunque existían relaciones entre
ambas culturas, los símbolos que utilizaban eran muy diferentes.
En
2500 a. C., otros dos pueblos inventaron sus propios sistemas de escritura: Los
elamitas, que vivían en lo que hoy es Irán, y los que habitaban en la región
del río Indo, en la actual Pakistán.
Después
ocurrió lo mismo en la isla de Creta, en Asia Menor y en el valle del río
Amarillo, en lo que hoy es la China. Y si parece que la única gran civilización
que se quedaba afuera del asunto de la escritura parecía ser la Inca, otras
fuentes señalan que, por esos tiempos, en América central ya había pruebas de
una búsqueda por comunicarse a través de símbolos escritos.
En
todos los casos, estas primeras formas de escritura se basaban en simples
dibujos de objetos. Con el tiempo, se hizo necesario transmitir ideas que no
eran fáciles de dibujar, y fue entonces cuando hubo que combinar dibujos para
poder comunicarse. Se había dado un gran paso: El dibujo o el signo dejó de
representar el objeto dibujado para encarnar un sonido. Porque esa operación permitió
el invento del alfabeto, es decir, la utilización de un signo para cada sonido.
Antes, la escritura jeroglífica de los egipcios o la cuneiforme de los
sumerios, utilizaban cientos de símbolos.
Y
aunque ambos sistemas eran los más utilizados en el mundo antiguo, muy pronto
fueron reemplazados por el alfabeto, que utilizaba pocos caracteres y era más
fácil de aprender.
A
quienes se les atribuye la creación del primer alfabeto es a los semitas, que
habitaban la península de Sinaí aunque, a decir verdad, se desconoce cuál era
su patria original. Algunos estudiosos la localizan al suroeste de Asia, y
otros en Arabia. Las pruebas arqueológicas indican que los pueblos de habla
semítica se dispersaron a través de Mesopotamia antes del establecimiento de su
cultura urbana.
Lo
que hicieron los semitas fue adaptar el sistema egipcio, reemplazando sus
jeroglíficos con nombres de objetos cotidianos en su propio lenguaje. Luego,
gracias a los fenicios y su conocida condición de mercaderes viajeros, ese
sistema llegó a Grecia y finalmente se convirtieron en las letras de nuestro
propio abecedario.
No
fue el único lugar que visitaron los fenicios y otros pueblos también adaptaron
el alfabeto a su antojo. Así surgieron el arameico, que derivó en los alfabetos
hindú, árabe y hebreo, y el cirílico, que dio origen a los alfabetos de las
lenguas eslavas.
Sin
embargo, algunos pueblos no incorporaron el alfabeto: Es el caso de los chinos,
que conservaron -y aún hoy conservan- los signos derivados de dibujos que crearon
hace 3500 años. Y es así como, mientras nuestro alfabeto apenas llega a las
treinta letras, su escritura tiene más de 50000 caracteres.
Esta
es, a grandes rasgos y muy resumidamente, la evolución de los distintos
sistemas de escritura, que derivaron en las formas actuales que el hombre
moderno conoce y utiliza.
Pero
es interesante preguntarse además por los motivos que llevaron al hombre a
necesitar de la escritura.
Tal
vez la respuesta se encuentre en los primeros mensajes escritos que se
conservan. En la mayoría de los lugares donde se utilizó algún tipo de escritura,
los documentos que se conservan son etiquetas, a menudo en recipientes para
almacenar, y listas o nombres de los gobernantes.
Por
otro lado, como uno podría sospechar, en estas sociedades, como en las
nuestras, algunas personas eran más ricas que otras y el poder estaba
concentrado en las manos de grupos reducidos.
Por
lo que se supone que uno de los motivos por los que se inventó la escritura era
para organizar los desplazamientos de bienes y personas, con el fin de mantener
el control sobre ambas.
Es
indudable también que para estos hombres las palabras escritas eran fuertes
símbolos de autoridad. Prueba de ello son los gigantes nombres de gobernantes
escritos en las tablas de piedra en América central o los huesos de los
oráculos en China, durante la dinastía Shang, entre 1480 y 1050 a. C. Ellos indicaban
su condición especial y por lo tanto realzaba su poder, su capacidad de
control.
Otra
posible similitud con los tiempos actuales se encuentra en el hecho de que muy
pocas personas sabían leer y escribir. En la mayoría de los pueblos, sólo los
escribas poseían esa capacidad y, curiosamente o no tanto, los propios reyes
eran muchas veces analfabetos. Esto no debe sorprender, ya que la mayoría de
los sistemas de escritura eran muy complejos y superaban la inteligencia de los
gobernantes. Algo que también suele ocurrir en los tiempos modernos.
Pero
claro que en otras sociedades, aunque no en todas, la escritura se utilizaba
con otros fines. Por ejemplo, en la antigua Mesopotamia, se ponían por escrito algunos
documentos comerciales, cartas, leyes, rituales religiosos e, incluso, algunas
obras consideradas “literarias”.
Es
bueno aclarar que los cruces entre diferentes sistemas y sus mixturas no fue
producto de amables acuerdos entre los habitantes de cada región. La
sustitución de prácticas escritas tuvieron lugar cuando un pueblo dominaba o
colonizaba a otro. Muchos consideraban que la escritura era un regalo de los
dioses, por lo que cada pueblo mantenía celosamente la fidelidad de su propia
práctica escrita.
Ese
conservadurismo se mantiene en nuestros días, cuando cualquier cambio o
modificación ortográfica plantea grandes dudas, e incluso en los congresos de
lingüistas que se plantean la necesidad de reformar la ortografía para
mejorarla y hacerla más eficaz a los fines de la comunicación, existen grandes
resistencias y es difícil lograr acuerdos.
Fuente
extraída: https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_articulo=1652&id_libro=43
Al
término de la conferencia a cargo de David González i
Selles, se abrirá el debate, planteándose todas las opiniones o
interrogantes que surjan sobre el tema en cuestión.
Os
esperamos!!!.
Cómo llegar a:
CAFÉ DE L' ÒPERA:
LA RAMBLA, 74 (frente al Gran Teatro del Liceo, a pocas calles de Plaza de Catalunya)
Sito en la céntrica calle La Rambla, nº 74, frente al gran Teatre del Liceu a muy pocas calles de Plaza Catalunya. Es un local confortable, emblemático con glamur y solera, donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de quien lo desee de una informal cena, en pleno corazón de la ciudad. Tenéis la parada de metro "Liceu" L3 línea verde, e infinidad de lineas de autobuses, y en plaza catalunya los nocturnos y todas las lineas que van a "cercanías"
Mejor ubicación imposible!!.
¡!Os esperamos!!
Móvil para confirmar asistencia o para cualquier consulta: 654113551
Montse Guardia.
GRUP PSICOGNOSIS SOCIAL "G.P.S"
Vull assistir a la conferència i truco al tel.de contacte i no contesta mai ningú.
ResponderEliminarRosa Peretó 619953590