JUEVES 26 DE ABRIL 2.018
TERTULIA
NOS AMBIENTAREMOS ANTES DE UNA CENITA INFORMAL, MEDIANTE UNA TERTULIA PARA ESTABLECER NUEVAS AMISTADES
"EL TRANSHUMANISMO"¿MEJORARÁ LA NATURALEZA HUMANA?
¿LA NEUROÉTICA ENTRARÁ EN CONFLICTO?
SI EL TRANSHUMANISMO PROPUGNA MEJORAR LA NATURALEZA HUMANA,
¿QUE SIGNIFICA MEJORAR?
¿DÓNDE QUEDA LA IDENTIDAD DEL INDIVIDUO?
LOS PROCEDIMIENTOS QUE BORREN LA MEMORIA DE RECUERDOS DESAGRADABLES
¿PODRÍAN IMPEDIR LA FORMACIÓN DE UNA PERSONALIDAD FUERTE Y COHERENTE?.
LA MODIFICACIÓN TECNOLÓGICA EN EL CUERPO HUMANO
¿PUEDE AFECTAR NEGATIVAMENTE EN LA IDENTIDAD DEL SUJETO?
SI LA MEJORA DEL SER HUMANO SE LIMITA SOLO EN SUS CONEXIONES NEURONALES
¿ESTAMOS ANTE UN REDUCCIONISMO NEUROBIOLOGICISTA?
¿QUIÉNES ESTABLECERÁN QUE ESTÁNDARES DE CALIDAD HA DE TENER LA VIDA HUMANA?
¿EL TRANSHUMANISMO PUEDE REDUCIR NUESTRA DIGNIDAD COMO CUALIDAD?
¿SOMOS MENOS DIGNOS POR TENER MÁS COMPASIÓN?
SI EL TRANSHUMANISMO OBVIA LA IMPERFECCIÓN DEL SER HUMANO QUE PIENSE, QUE GANE, O QUE SE EQUIVOQUE,
¿DÓNDE QUEDA EL QUE SEA HUMANO?
¿LA NEUROÉTICA VA TENER QUE REINVENTARSE PARA PODER ACEPTAR LOS POSTULADOS DEL TRANSHUMANISMO?
NOS AMBIENTAREMOS ANTES DE UNA CENITA INFORMAL, MEDIANTE UNA TERTULIA PARA ESTABLECER NUEVAS AMISTADES
"EL TRANSHUMANISMO"¿MEJORARÁ LA NATURALEZA HUMANA?
¿LA NEUROÉTICA ENTRARÁ EN CONFLICTO?
SI EL TRANSHUMANISMO PROPUGNA MEJORAR LA NATURALEZA HUMANA,
¿QUE SIGNIFICA MEJORAR?
¿DÓNDE QUEDA LA IDENTIDAD DEL INDIVIDUO?
LOS PROCEDIMIENTOS QUE BORREN LA MEMORIA DE RECUERDOS DESAGRADABLES
¿PODRÍAN IMPEDIR LA FORMACIÓN DE UNA PERSONALIDAD FUERTE Y COHERENTE?.
¿PUEDE AFECTAR NEGATIVAMENTE EN LA IDENTIDAD DEL SUJETO?
SI LA MEJORA DEL SER HUMANO SE LIMITA SOLO EN SUS CONEXIONES NEURONALES
¿ESTAMOS ANTE UN REDUCCIONISMO NEUROBIOLOGICISTA?
¿QUIÉNES ESTABLECERÁN QUE ESTÁNDARES DE CALIDAD HA DE TENER LA VIDA HUMANA?
¿EL TRANSHUMANISMO PUEDE REDUCIR NUESTRA DIGNIDAD COMO CUALIDAD?
¿SOMOS MENOS DIGNOS POR TENER MÁS COMPASIÓN?
SI EL TRANSHUMANISMO OBVIA LA IMPERFECCIÓN DEL SER HUMANO QUE PIENSE, QUE GANE, O QUE SE EQUIVOQUE,
¿DÓNDE QUEDA EL QUE SEA HUMANO?
NOTA IMPORTANTE: LA ESENCIA DE LA TERTULIA ESTÁ EN ÉSTE NEWSLETTER, NO EN EL DOCUMENTAL, POR LO QUE SI TENÉIS TIEMPO Y QUERÉIS TENER UN CONOCIMIENTO DEL TEMA, LEED LA SIGUIENTE INFORMACIÓN.
ES MUY DIFÍCIL ENCONTRAR UN DOCUMENTAL QUE INCLUYA TODA LA TEMÁTICA, EN OCASIONES ME HAN COMENTADO QUE EL VÍDEO NO HA ABARCADO TODO EL TEMA, ES POR ESA RAZÓN QUE OS PIDO, QUE QUIEN PUEDA, LEA.
Nuestro punto de encuentro para éste JUEVES 26 de ABRIL 2018 a las 20:00 horas, será en el CAFÉ DE L'ÒPERA DE BARCELONA, http://www.cafeoperabcn.com/
,sito en la céntrica La Rambla, nº 74, frente la el Teatre del Liceu, a muy pocas calles de Plaza Catalunya. Es un local confortable donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de buena tertulia sin ruidos ambientales.
Vamos a estar en un salón privado donde estaremos libres de ruidos ambientales.
A las 20:00 horas iniciaremos pase del documental -
"EL TRANSHUMANISMO"
¿MEJORARÁ LA NATURALEZA HUMANA?
¿LA NEUROÉTICA ENTRARÁ EN CONFLICTO?
SI EL TRANSHUMANISMO PROPUGNA MEJORAR LA NATURALEZA HUMANA,
¿QUE SIGNIFICA MEJORAR?
¿DÓNDE QUEDA LA IDENTIDAD DEL INDIVIDUO?
LOS PROCEDIMIENTOS QUE BORREN LA MEMORIA DE RECUERDOS DESAGRADABLES
¿PODRÍAN IMPEDIR LA FORMACIÓN DE UNA PERSONALIDAD FUERTE Y
COHERENTE?.
LA MODIFICACIÓN TECNOLÓGICA EN EL CUERPO HUMANO
¿PUEDE AFECTAR NEGATIVAMENTE EN LA IDENTIDAD DEL SUJETO?
SI LA MEJORA DEL SER HUMANO SE LIMITA SOLO EN SUS CONEXIONES NEURONALES
¿ESTAMOS ANTE UN REDUCCIONISMO NEUROBIOLOGICISTA?
¿QUIÉNES ESTABLECERÁN QUE ESTÁNDARES DE CALIDAD HA DE TENER LA VIDA HUMANA?
¿EL TRANSHUMANISMO PUEDE REDUCIR NUESTRA DIGNIDAD COMO CUALIDAD?
¿SOMOS MENOS DIGNOS POR TENER MÁS COMPASIÓN?
SI EL TRANSHUMANISMO OBVIA LA IMPERFECCIÓN DEL SER HUMANO QUE PIENSE, QUE GANE, O QUE SE EQUIVOQUE,
¿DÓNDE QUEDA EL QUE SEA HUMANO?
Se ruega puntualidad. Tras visualizar dicho documental, realizaremos un DOCUFORUM relacionado con éste tema.
Sobre las 22 horas cenaremos.
Para los más marchosos, después de cenar iremos a tomar unos refrescos para seguir con la velada en un ambiente más distendido.
Ruego confirmar asistencia para efectuar reserva de comensales. Para reservar llamad al móvil 654113551, Montse Guardia.
A las 20 horas iniciaremos pase de documental
“"EL TRANSHUMANISMO"
¿LA NEUROÉTICA ENTRARÁ EN CONFLICTO?
¿DÓNDE QUEDA LA IDENTIDAD DEL INDIVIDUO?
LOS PROCEDIMIENTOS QUE BORREN LA MEMORIA DE RECUERDOS DESAGRADABLES
SI LA MEJORA DEL SER HUMANO SE LIMITA SOLO EN SUS CONEXIONES NEURONALES
¿QUIÉNES ESTABLECERÁN QUE ESTÁNDARES DE CALIDAD HA DE TENER LA VIDA HUMANA?
SI EL TRANSHUMANISMO OBVIA LA IMPERFECCIÓN DEL SER HUMANO QUE PIENSE, QUE GANE, O QUE SE EQUIVOQUE,
¿LA NEUROÉTICA
VA TENER QUE REINVENTARSE PARA PODER ACEPTAR LOS POSTULADOS DEL TRANSHUMANISMO?
¿MEJORARÁ LA
NATURALEZA HUMANA?
¿LA NEUROÉTICA ENTRARÁ EN CONFLICTO?
SI EL
TRANSHUMANISMO PROPUGNA MEJORAR LA NATURALEZA HUMANA,
¿QUE SIGNIFICA
MEJORAR?
¿DÓNDE QUEDA LA IDENTIDAD DEL INDIVIDUO?
LOS PROCEDIMIENTOS QUE BORREN LA MEMORIA DE RECUERDOS DESAGRADABLES
¿PODRÍAN
IMPEDIR LA FORMACIÓN DE UNA PERSONALIDAD FUERTE Y COHERENTE?.
LA
MODIFICACIÓN TECNOLÓGICA EN EL CUERPO HUMANO
¿PUEDE AFECTAR
NEGATIVAMENTE EN LA IDENTIDAD DEL SUJETO?
SI LA MEJORA DEL SER HUMANO SE LIMITA SOLO EN SUS CONEXIONES NEURONALES
¿ESTAMOS ANTE
UN REDUCCIONISMO NEUROBIOLOGICISTA?
¿QUIÉNES ESTABLECERÁN QUE ESTÁNDARES DE CALIDAD HA DE TENER LA VIDA HUMANA?
¿EL
TRANSHUMANISMO PUEDE REDUCIR NUESTRA DIGNIDAD COMO CUALIDAD?
¿SOMOS MENOS
DIGNOS POR TENER MÁS COMPASIÓN?
SI EL TRANSHUMANISMO OBVIA LA IMPERFECCIÓN DEL SER HUMANO QUE PIENSE, QUE GANE, O QUE SE EQUIVOQUE,
¿DÓNDE QUEDA
EL QUE SEA HUMANO?
Se ruega puntualidad
La
normatividad de una naturaleza abierta
¿Necesita
el Posthumanismo la ética?
El posthumanismo de
nuestra época suele adoptar dos formas. Una de ellas se encuentra emparentada
con el pensamiento posmoderno y con su crítica de los ideales ilustrados,
mientras que la otra, que se suele denominar transhumanismo, se declara
heredera del optimismo en el progreso tecnológico de la modernidad. Ambas
aparecen como dos nuevas formas de la pugna entre una versión individualista del
liberalismo y sus críticos.
En cuanto propuestas
éticas, cabe achacarles la vaguedad de los objetivos que proponen, pues su
propuesta moral parece reducirse a propugnar, cada uno a su modo, la
emancipación y eliminar las barreras que pueden dificultar el incremento del
poder para los seres humanos. Pero este defecto no es independiente de su
rechazo de la noción de naturaleza.
Frente a ellos, la
ética clásica no se centra tanto en el poder o en la emancipación como en la
naturaleza del verdadero crecimiento humano, y solo desde ahí se preocupa por
los medios para alcanzarlo.
PROF. JOSÉ IGNACIO
MURILLO
Universidad de
Navarra
Para efectos prácticos,
la implementación del transhumanismo se apoyaría en cuatro áreas convergentes: nanotecnología, biotecnología, tecnologías
de la información y ciencias del
conocimiento.
Desde el punto de vista
neurobiológico, el transhumanismo busca la mejora en las capacidades
sensitivas, el aumento de la memoria, la aceleración de los procesos de
razonamiento y la disminución del número de horas de sueño. Para ello, busca
mecanismos tecnológicos, sean farmacológicos o del campo de las ingenierías,
que busquen en última instancia la elaboración de cerebros artificiales con
capacidad de inteligencia natural. Son precisamente estas “mejoras”, sus
peligros y sus implicancias neuroéticas, las que pasaremos a discutir en el
presente trabajo.
Conceptos generales
de neuroética
El término “Neuroética”
fue acuñado en 1973 por la Dra. A. Pontius de la Universidad de Harvard, en el
artículo titulado “Neuroética del caminar en el recién nacido”. Sin embargo, su
actual significado es acreditado al escritor William Safire, quien la definió
como el estudio de lo que es correcto y errado, de lo que es bueno o malo sobre
el tratamiento, el perfeccionamiento, la invasión no deseada y la preocupante
manipulación del cerebro humano. Dicho de otro modo, la Neuroética podría
definirse como el estudio de los aspectos éticos, legales y sociales que surgen
cuando descubrimientos científicos sobre el cerebro son llevados hacia la
práctica médica, las interpretaciones legales y la política social y de salud.
Una definición más
amplia la engloba Häyry: la neuroética es un campo donde las
estrictas interpretaciones de la ciencia que es estudiada pueden entrar en
conflicto con los supuestos metafísicos de los métodos por los cuales el
supuesto fue hecho. De una forma más simple, se podría decir que la
neuroética fue establecida para hacer frente al rápido desarrollo
dentro de la neurociencia cognitiva
y la neuropsiquiatría y a los
hallazgos relacionados específicamente con las ciencias de la mente, incluyendo
el sistema nervioso central y los mecanismos cerebrales subyacentes del
comportamiento humano.
Según lo indica la
filósofa Adina Roskies, se puede hablar de dos divisiones en la neuroética: 1)
la
ética de la neurociencia o ética de la práctica, que involucra las
cuestiones éticas y consideraciones que deben ser evaluadas en el curso del
diseño de los estudios neurocientíficos y que incluye diseño óptimo, guías de
la práctica investigativa, privacidad, consentimiento informado etc.; y 2) las implicaciones éticas de la
neurociencia, que involucra la evaluación del impacto social y ético que
los resultados de esos estudios puedan acarrear. Martha Farah, por su parte,
considera que la neuroética, al abarcar las múltiples formas en los que los
desarrollos en neurociencia básica y clínica intersectan con asuntos éticos y
sociales, también podría dividirse en dos categorías: “lo que sabemos” y “lo que
podemos hacer”. En la primera categoría estarían los problemas éticos
generados a partir del creciente conocimiento de las bases del comportamiento,
la personalidad, la consciencia, entre otros. En la segunda, estarían aquellos
problemas relacionados con los avances en la neuroimagen funcional, implantes
cerebrales, interfaces hombre máquina y la psicofarmacología.
Mejoras”
neurobiológicas transhumanistas
Entre
las mejoras o enhancements por las que aboga el transhumanismo, se encuentran
la del mejoramiento cognitivo. Éste puede ser definido como la amplificación o
extensión de capacidades básicas de la mente a través de la mejora o aumento de
los sistemas de procesamiento de información internos y externos. Su objetivo
final sería la búsqueda de la superinteligencia
o ultrainteligencia entendida como
la capacidad radical de superar los mejores cerebros humanos prácticamente en
cada campo, incluyendo la creatividad científica, la sabiduría en general y las
habilidades sociales.
La visión transhumanista es tan optimista de esto último
que refiere: el crear una superinteligencia puede ser la última intervención
que los humanos alguna vez necesitaremos de hacer ya que las superinteligencias
podrían por sí mismas encargarse de futuros desarrollos científicos y
tecnológicos. Aunque aceptan que es un objetivo incierto y a largo plazo,
afirman que podría ser logrado a través de subsecuentes mejoras o de aumentos
graduales como lo son: drogas para el mejoramiento cognitivo o “nootropics”,
técnicas cognitivas, herramientas instrumentales como ordenadores implantables,
sistemas de filtración de la información etc.; interfaces cerebro-computadora,
implantes cerebrales etc.
A
nuestro modo de ver, dichas líneas se podrían agrupar de la siguiente forma: mejoramiento
cerebral electrónico y mejoramiento cerebral farmacológico.
Problemas
de carácter Estas drogas pueden minar el sentido de “identidad del individuo”. Esto último lo discutiremos más
adelante. Como se puede deducir de lo anterior, el uso de sistemas para la
“mejora” de funciones cerebrales es un tema altamente controversial.
Simplemente, si partimos del concepto de mejorar cabría preguntarse lo
siguiente: “si los adultos sanos entran en un amplio espectro de normalidad, ¿qué significa mejorar?”.
El problema radica en que las ideas transhumanistas se acercan a la patologización de la capacidad cerebral normal, lo cual acarrea riesgo de estigma y discriminación. Hay personas que ven sus propias cualidades como el de ser olvidadizos, serios, animados etc. como una parte de su propia identidad. Estas personas podrían ser víctimas de coerción o discriminación al sentirse forzados a alterar su personalidad. La gente que rechazase un mejoramiento cognitivo podría ser tomada como culpable de ir contra las normas aceptadas por la comunidad, con el riesgo último de mitigar la diversidad de una población. Los procedimientos y drogas que borren de la memoria recuerdos desagradables podrían impedir la formación de una personalidad fuerte y coherente.
Además,
sin tener conciencia de lo que vivimos, hicimos o sufrimos, no cabría lugar
para la justicia o incluso para el perdón. Todo
lo que causa sufrimiento sería simplemente olvidado. Como formuló Echarte en lo
que llama falacia de la normalidad, la realidad no importaría tanto al hombre
como las ficciones en las que desearía vivir. El intento de suprimir las
emociones y recuerdos que el
transhumanista considera como negativos no hace más que representar la
sustitución del modo natural en el que el ser humano se relaciona con su medio
por un modo sentimental, suponiendo un cambio radical hacia formas no humanas
de manifestación del ser. Así, en el caso de drogas para hacerse “más feliz o
no sufrir”, el principal criterio moral, es decir, los juicios sobre lo bueno o
malo de una cosa dependerían sólo de los sentimientos que evoquen en él. Si
evoca tristeza es malo, y si evoca lo contrario, es bueno.
En
el caso de las drogas que aumenten la atención y disminuyan la necesidad de
sueño, podrían conducir a una sociedad con exceso de trabajo, 24 horas al día/7
días a la semana, donde la gente podría llegar a ser explotada en detrimento
propio y del bienestar de su familia. Además, las personas podrían ser víctimas
de explotación comercial al verse forzadas a comprarlas. En contraparte, los
médicos podrían enfrentar mayores presiones para prescribir estas “mejoras” a
la población. Dicha presión podría estar aumentada por las compañías
farmacéuticas, quienes saldrían beneficiadas de la ampliación del espectro de
uso e indicaciones de sus productos ya aprobados.
Otro
aspecto a tomar en cuenta es que el “mejoramiento” cognitivo puede ser
considerado “trampa”, en referencia a una injusta ventaja sobre los otros, en
particular en circunstancias de competencia o toma de exámenes (tener en cuenta
que el transhumanismo justifica, por ejemplo, el doping en los deportistas);
acarreando que virtudes como la motivación y el trabajo duro se conviertan en
anticuadas, al ser fruto del esfuerzo irracional por considerar estos valores
como fines en sí mismos y no como medios para llegar a un fin. Todo ello puede
minar nuestra capacidad de confrontar con responsabilidad y dignidad las
imperfecciones y límites de nuestras vidas y las de los otros.
Problemas de antropología filosófica y ética en la teoría transhumanista
Al
margen de los problemas médicos, sociales y económicos arriba presentados,
creemos que el núcleo principal del problema se centra en una inadecuada visión
del concepto de persona humana. Dicho de otra forma, antes de toda discusión
sobre la dimensión ética de las “mejoras”, habría que preguntarse si es ética
la manipulación de la persona en sí.
La
concepción transhumanista muestra una visión maleable de la identidad personal,
tomando al cuerpo humano y al hombre como meramente instrumental. Éstos no
asumen que la naturaleza humana pueda dirigirse a un fin. Para los transhumanistas,
el hombre es en sí mismo tecnología encarnada y, como tal, no tiene sentido
afirmar que la modificación tecnológica de su cuerpo afecte negativamente su
identidad.
De lo anterior se deduce que el transhumanismo utiliza un concepto reduccionista de naturaleza humana donde ésta queda reducida a pura materia (materialista) y el ser humano se limita a sus conexiones neuronales (reduccionismo neurobiologicista). El hombre queda como aquello que puede ser percibido y moldeado, sin finalidad intrínseca y sin posibilidad de trascendencia a lo inmaterial. Esta ausencia de finalidad intrínseca, imposibilita, a su vez, una ética donde el ser humano sea el fin último.
Muy
por el contrario, para el transhumanismo el fin último es la simple volición
del sujeto. Al buscar comprender y controlar el funcionamiento del cerebro, los
transhumanistas buscan controlar al ser
humano. Es decir, al conocer cómo funciona el cerebro, se conocería cómo
funciona el hombre entero: “el hombre es
su cerebro”. Este reduccionismo olvida, sin embargo, que el cerebro es
infinitamente más complejo que simples conexiones neuronales ya que tiene
capacidad de razonamiento lógico e ilógico, esperado e inesperado, caótico u
ordenado, creativo o no.
Las
decisiones que el hombre toma y ejecuta no sólo se fundamentan en la razón ni
la objetividad sino en su realidad personal, su contexto, su cultura, su
idiosincrasia etc.
Todo
eso que define su identidad personal y su naturaleza humana. En otras palabras,
la atribución del fenómeno mental es responsabilidad del background de razones,
creencias e intenciones del individuo. No es posible reducir una descripción
psíquica que surge y tiene sentido en el contexto mental a teorías
reduccionistas sobre interacciones neuronales o a imágenes en un escáner; no
quedando claro que mente y cerebro sean lo mismo. Con respecto al concepto de
persona, los transhumanistas consideran como tal a aquellos seres que tienen la
capacidad de razonar. Esto justificaría, por ejemplo, la exclusión de dicho
concepto (y por ende, la posibilidad de manipulación) de seres incapaces de
hacerlo como son embriones, fetos, niños, dementes etc.
Con esto se puede apreciar que la postura moral transhumanista no impone ninguna limitación de acción. Este concepto de persona otorgaría además personalidad a máquinas avanzadas, extraterrestres o, como llegan a afirmarlo, a simios superiores.
Esta
forma de reduccionismo racionalista (persona = razón), olvida que el individuo
no es persona porque se manifieste su capacidad racional, sino que ésta última
es posible de manifestarse gracias a que el individuo es persona en sí. Como
consecuencia de su concepto racionalista de persona se deriva un concepto
parecido de dignidad: una cualidad, una especie de excelencia que admite grados
y se aplica a entidades tanto dentro como fuera del reino humano. Para Bostrom,
por ejemplo, la dignidad sería una cualidad en las funciones humanas como una
virtud o un ideal que puede ser cultivado, fomentado, admirado o promovido, sin
darse cuenta que ésta queda reducida a un mero control de calidad. Pero cabe
preguntarse entonces, ¿quién establecería entonces ese parámetro de calidad? O
dicho de otro modo, ¿quiénes establecerán qué estándares de calidad ha de tener
la vida humana?
Si
se elige a algunos pocos para esta tarea en base a criterios liberales y
utilitarios, se cae indefectiblemente en un nepotismo tecnocrático, eugenesia y
problemas de justicia social. Además, Bostrom entra en afirmaciones que
contradicen los valores morales tradicionales: otras mejoras pueden reducir
nuestra Dignidad como Cualidad. Por ejemplo, una capacidad de empatía o
compasión grandemente aumentada (…), puede reducir nuestra compostura y nuestra
serenidad, llevando a la reducción de la Dignidad como cualidad.
Ante
lo anterior cabe preguntarnos, ¿somos menos dignos por tener más compasión?
Bostrom responde estableciendo que la dignidad es también una virtud, pero que
no es la única. Por lo tanto, alguna pérdida de Dignidad como cualidad puede
verse compensada con la ganancia de otras virtudes 38. Insistiendo que la
dignidad en el sentido moderno consiste en lo que somos y en lo que tenemos el
potencial de ser, no en nuestro pedigrí o nuestro origen causal.
Este
concepto de dignidad le lleva a hablar de vidas más dignas y por tanto más
valiosas que otras: (…) podemos favorecer a la futura generación siendo
posthumanos en lugar de humanos, si los posthumanos llevarían vidas más
valiosas que la que los humanos llevarían. Al contrario de lo que ellos
propugnan, creemos que la dignidad de la persona no reside en una mera
valoración interna o externa. La dignidad de la persona es en realidad un
asunto de dignidad innata. Es una intuición fundamental, un valor intrínseco,
que traspasa las barreras sociales y culturales y que existe por el peculiar
rango ontológico de la persona humana, superior a cualquier otra realidad
personal o valoración (por ejemplo, el razonar o no).
A pesar de que los transhumanistas claman por la defensa de los derechos humanos, para efectos prácticos, podemos ver que el concepto transhumanista de dignidad contradice tres principios fundamentales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: 1) la dignidad humana es universal, algo que todos los individuos poseen sólo por el hecho de ser humanos; 2) la dignidad humana es inherente dentro de la naturaleza humana y no es dependiente de sus logros o de sus “excelencias” particulares; y 3) la dignidad humana se aplica de forma igualitaria a todas las personas, no admitiendo diferentes grados de ella.
Nuevamente,
si la idea de dignidad se equipara a la de autonomía o la de calidad como
defienden los transhumanistas, se podrían justificar toda práctica instrumental
en el ser humano. El transhumanismo olvida, sin embargo, que la imperfección
del ser humano y su relación insatisfecha con la realidad permite que tenga
aspiraciones, que progrese, que piense, que gane o que se equivoque… pero le
permite, sobretodo, que viva y trascienda; es decir, que sea humano.
Fuente
extraída: http://www.scielo.br/pdf/bioet/v23n3/1983-8034-bioet-23-3-0505.pdf
DOCUFORUM
https://www.youtube.com/watch?v=Z0sPbdfwgLc
Se proyectará otro vídeo, éste no es el que veremos en la tertulia
Tras visualizar el documental se abrirá el debate, planteándose todas las opiniones o interrogantes que surjan sobre el tema en cuestión.
Cómo llegar a:
Sito en la céntrica calle La Rambla, nº 74, frente al gran Teatre del Liceu a muy pocas calles de Plaza Catalunya. Es un local confortable, emblemático con glamur y solera, donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de quien lo desee de una informal cena, en pleno corazón de la ciudad. Tenéis la parada de metro "Liceu" L3 línea verde, e infinidad de lineas de autobuses, y en plaza Catalunya los nocturnos y todas las lineas que van a "cercanías"
CAFÉ DE L' ÒPERA:
LA RAMBLA, 74 (a pocas calles de Plaza de Catalunya)
LA RAMBLA, 74 (a pocas calles de Plaza de Catalunya)
Sito en la céntrica calle La Rambla, nº 74, frente al gran Teatre del Liceu a muy pocas calles de Plaza Catalunya. Es un local confortable, emblemático con glamur y solera, donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de quien lo desee de una informal cena, en pleno corazón de la ciudad. Tenéis la parada de metro "Liceu" L3 línea verde, e infinidad de lineas de autobuses, y en plaza Catalunya los nocturnos y todas las lineas que van a "cercanías"
Mejor ubicación imposible!!.
¡!Os esperamos!!
Móvil para confirmar asistencia o para cualquier consulta: 654113551
Montse Guardia.
GRUP PSICOGNOSIS SINGLES –GPS
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