RECUERDA, LOS MARTES... AL CAFÈ DE L'ÒPERA!!!
MARTES 21 DE MAYO 2.019
TERTULIA/COLOQUIO
¿LA UTOPÍA ES NECESARIA PARA UNA SOCIEDAD CREATIVA?
¿VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
¿VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
DEBATE SOCIAL/FILOSÓFICO
¿LA UTOPÍA ES NECESARIA PARA UNA SOCIEDAD CREATIVA?
¿VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
¿ESTAOS ANTE UNA CRISIS CREATIVA?
¿EL SER HUMANO HA PERDIDO LA ILUSIÓN DE IMAGINAR UN MUNDO MEJOR?
¿DÓNDE QUEDAN LOS ANHELOS Y EXPECTATIVAS DE LAS CLASES MENOS FAVORECIDAS?
¿DÓNDE QUEDA EL ESPÍRITU DE SUPERACIÓN?
¿LAS NUEVAS GENERACIONES SE CONFORMAN CON LA SOCIEDAD QUE HA HEREDADO?
¿REINA EL CONFORMISMO EN UNA SOCIEDAD FRAGMENTADA Y DESVINCULADA DE LOS VALORES HUMANOS?
¿EL CONSUMISMO ACOMODATICIO, Y EL INDIVIDUALISMO ES LA CAUSA DE ESA APARENTE FALTA DE LUCHA PARA MEJORAR LA SOCIEDAD ACTUAL?
¿HACIA DÓNDE VA EL SER HUMANO DESPROVISTO DE ILUSIÓN PARA MEJORAR SU ENTORNO?
¿EXISTE UN CONFLICTO ENTRE LA UTOPÍA Y LA RAZÓN?
¿TENDRÍAMOS QUE CAMBIAR TODOS DE MENTALIDAD DE QUE TODO CADUCA A CORTO PLAZO?
¿VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
¿ESTAOS ANTE UNA CRISIS CREATIVA?
¿EL SER HUMANO HA PERDIDO LA ILUSIÓN DE IMAGINAR UN MUNDO MEJOR?
¿DÓNDE QUEDAN LOS ANHELOS Y EXPECTATIVAS DE LAS CLASES MENOS FAVORECIDAS?
¿DÓNDE QUEDA EL ESPÍRITU DE SUPERACIÓN?
¿LAS NUEVAS GENERACIONES SE CONFORMAN CON LA SOCIEDAD QUE HA HEREDADO?
¿REINA EL CONFORMISMO EN UNA SOCIEDAD FRAGMENTADA Y DESVINCULADA DE LOS VALORES HUMANOS?
¿EL CONSUMISMO ACOMODATICIO, Y EL INDIVIDUALISMO ES LA CAUSA DE ESA APARENTE FALTA DE LUCHA PARA MEJORAR LA SOCIEDAD ACTUAL?
¿HACIA DÓNDE VA EL SER HUMANO DESPROVISTO DE ILUSIÓN PARA MEJORAR SU ENTORNO?
¿EXISTE UN CONFLICTO ENTRE LA UTOPÍA Y LA RAZÓN?
¿TENDRÍAMOS QUE CAMBIAR TODOS DE MENTALIDAD DE QUE TODO CADUCA A CORTO PLAZO?
NOTA IMPORTANTE: LA ESENCIA DE LA TERTULIA ESTÁ EN ÉSTE NEWSLETTER, NO EN EL DOCUMENTAL, POR LO QUE SI TENÉIS TIEMPO Y QUERÉIS TENER UN CONOCIMIENTO DEL TEMA, LEED LA SIGUIENTE INFORMACIÓN.
ES MUY DIFÍCIL ENCONTRAR UN DOCUMENTAL QUE INCLUYA TODA LA TEMÁTICA, EN OCASIONES ME HAN COMENTADO QUE EL VÍDEO NO HA ABARCADO TODO EL TEMA, ES POR ESA RAZÓN QUE OS PIDO, QUE QUIEN PUEDA, LEA.
Nuestro punto de encuentro para éste Martes 21 de Mayo 2019 a las 20:00 horas, será en el CAFÉ DE L'ÒPERA DE BARCELONA, http://www.cafeoperabcn.com/
,sito en la céntrica La Rambla, nº 74, frente al Teatre del Liceu, a muy pocas calles de Plaza Catalunya. Es un local confortable donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de buena tertulia sin ruidos ambientales.
Vamos a estar en un salón privado donde estaremos libres de ruidos ambientales.
A las 20:00 horas iniciaremos pase del documental -
MARTES
23 DE ABRIL 2.019
TERTULIA/COLOQUIO
¿LA
UTOPÍA ES NECESARIA PARA UNA SOCIEDAD CREATIVA?
¿VIVIMOS
EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
DEBATE
SOCIAL/FILOSÓFICO
¿LA
UTOPÍA ES NECESARIA PARA UNA SOCIEDAD CREATIVA?
¿VIVIMOS
EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
¿ESTAOS
ANTE UNA CRISIS CREATIVA?
¿EL SER
HUMANO HA PERDIDO LA ILUSIÓN DE IMAGINAR UN MUNDO MEJOR?
¿DÓNDE
QUEDAN LOS ANHELOS Y EXPECTATIVAS DE LAS CLASES MENOS FAVORECIDAS?
¿DÓNDE
QUEDA EL ESPÍRITU DE SUPERACIÓN?
¿LAS
NUEVAS GENERACIONES SE CONFORMAN CON LA SOCIEDAD QUE HA HEREDADO?
¿REINA
EL CONFORMISMO EN UNA SOCIEDAD FRAGMENTADA Y DESVINCULADA DE LOS VALORES
HUMANOS?
¿EL
CONSUMISMO ACOMODATICIO, Y EL INDIVIDUALISMO ES LA CAUSA DE ESA APARENTE FALTA
DE LUCHA PARA MEJORAR LA SOCIEDAD ACTUAL?
¿HACIA
DÓNDE VA EL SER HUMANO DESPROVISTO DE ILUSIÓN PARA MEJORAR SU ENTORNO?
¿EXISTE
UN CONFLICTO ENTRE LA UTOPÍA Y LA RAZÓN?
¿TENDRÍAMOS
QUE CAMBIAR TODOS DE MENTALIDAD DE QUE TODO CADUCA A CORTO PLAZO?
Se ruega puntualidad. Tras visualizar dicho documental, realizaremos un DOCUFORUM relacionado con éste tema.
Sobre las 22 horas cenaremos.
Para los más marchosos, después de cenar iremos a tomar unos refrescos para seguir con la velada en un ambiente más distendido.
Ruego confirmar asistencia para efectuar reserva de comensales. Para reservar llamad al móvil 654113551, Montse Guardia.
A las 20 horas iniciaremos pase de documental
¿MARTES 23 DE ABRIL 2.019
TERTULIA/COLOQUIO
¿LA UTOPÍA ES NECESARIA PARA UNA SOCIEDAD CREATIVA?
¿VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
DEBATE SOCIAL/FILOSÓFICO
¿LA UTOPÍA ES NECESARIA PARA UNA SOCIEDAD CREATIVA?
¿VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
¿ESTAOS ANTE UNA CRISIS CREATIVA?
¿EL SER HUMANO HA PERDIDO LA ILUSIÓN DE IMAGINAR UN
MUNDO MEJOR?
¿DÓNDE QUEDAN LOS ANHELOS Y EXPECTATIVAS DE LAS CLASES
MENOS FAVORECIDAS?
¿DÓNDE QUEDA EL ESPÍRITU DE SUPERACIÓN?
¿LAS NUEVAS GENERACIONES SE CONFORMAN CON LA SOCIEDAD
QUE HA HEREDADO?
¿REINA EL CONFORMISMO EN UNA SOCIEDAD FRAGMENTADA Y
DESVINCULADA DE LOS VALORES HUMANOS?
¿EL CONSUMISMO ACOMODATICIO, Y EL INDIVIDUALISMO ES LA
CAUSA DE ESA APARENTE FALTA DE LUCHA PARA MEJORAR LA SOCIEDAD ACTUAL?
¿HACIA DÓNDE VA EL SER HUMANO DESPROVISTO DE ILUSIÓN
PARA MEJORAR SU ENTORNO?
¿EXISTE UN CONFLICTO ENTRE LA UTOPÍA Y LA RAZÓN?
¿TENDRÍAMOS QUE CAMBIAR TODOS DE MENTALIDAD DE QUE
TODO CADUCA A CORTO PLAZO?
Se ruega puntualidad
¿LA UTOPÍA ES NECESARIA PARA UNA SOCIEDAD CREATIVA?
¿VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DISTÓPICA?
Fuente extraída: http://revista-critica.com/la-revista/monografico/analisis/360-la-utopia-del-siglo-xxi Autor: Diego Sánchez Meca. Catedrático de filosofía de la UNED
Las
construcciones imaginarias conocidas literariamente como “género utópico” han
estado presentes a lo largo de nuestra historia occidental desde Platón hasta
Huxley, aunque con características muy heterogéneas y con propósitos distintos.
Las utopías del pasado eran imágenes literarias de una sociedad justa,
solidaria y feliz en la que ya no se precisaban leyes ni instituciones porque
se había logrado resolver por fin y superar todos los conflictos y diferencias
humanas. El sustrato psicológico de estas imágenes de sociedades ideales lo constituía,
como se puede suponer, un conjunto de anhelos y expectativas que brotaban de
ciertas situaciones sociales muy difíciles, de manera que lo que expresaban, en
realidad, eran las esperanzas y los deseos de las clases menos favorecidas.
Los
grandes utopistas como Tomas Moro, Campanella, Bacon, Harrington recogían así,
en sus obras, la crítica a la injusticia social, el rechazo a la tiranía y a la
explotación, la fe en la función liberadora de la ciencia y de la técnica para
liberar al ser humano de sus limitaciones, y anhelos de este tipo.
EL RECHAZO DE LAS
UTOPÍAS EN NUESTRO TIEMPO
En
la actualidad, este género utópico no despierta ya interés como tal, o es
abiertamente rechazado y tachado incluso de absurdo, ingenuo o frívolo. Porque
se ve como un puro fantasear inútil que diseña apriorísticamente escenarios
ideales en vez de llevar a cabo un análisis concreto de la sociedad y de sus
posibilidades reales de transformación. Se considera que cualquier intento de
disminuir la negatividad de las situaciones sociales en favor de sus aspectos
positivos ideales no debería olvidar que lo positivo y lo negativo suelen ser
aspectos siempre unidos en un mismo proceso, por lo que es imposible inaugurar,
sin más, una dinámica social exclusivamente positiva. Lo que ha desacreditado,
por tanto, a estas utopías ha sido presentarse como eutopías, o sea, como topos
o lugar de lo exclusivamente bueno, proyectando su localización en un futuro
posible de cuya factibilidad no se dudaba en absoluto. Era como si se quisiera dar
a entender que esa sociedad ideal se podía implantar en cualquier parte y en
cualquier momento, con tal de que los seres humanos, mediante la persuasión o
de cualquier otra forma, se convencieran de su conveniencia y de su bondad
intrínseca.
No
obstante, este rechazo no significa que el anhelo utópico, como tal, haya
desaparecido de las aspiraciones individuales y de la dinámica social en
nuestro mundo contemporáneo. Tan sólo ha cambiado de apariencia y de ubicación.
Ha pasado de ser una mera fantasía literaria a convertirse en el sentido de una
determinada manera de entender el progreso de la historia. Una idea muy
arraigada en Occidente, especialmente durante los últimos siglos, es esta de
que la historia y su proceso evolutivo es lo que llevará a su realización la
definitiva utopía humana como reino de la libertad y de la sociedad perfecta.
De un modo o de otro, se ha creído que cualquier mejora de las condiciones
sociales existentes se tiene que considerar como un simple momento de una
difícil y laboriosa transformación de las condiciones materiales de la sociedad
en el interior de un proyecto que la historia va modelando y realizando a
través del esfuerzo conjunto de la humanidad. La utopía no es, por tanto, como
creyeron los autores antiguos, un ideal o una meta para un individuo o grupo de
individuos, sino que es el proyecto del hacerse mismo de la humanidad, de su
construcción, de su felicidad y de su perfeccionamiento universal a través de
la historia.
EL DESEO DE UN
CRECIMIENTO INDEFINIDO
Se
podrá objetar que el optimismo de este planteamiento, que era, en efecto, el de
los filósofos dialécticos, revolucionarios políticos, inventores científicos, y
“progresistas” en general de los siglos XIX y XX, hoy ya, en el siglo XXI, no
es compartido, sino que más bien ha ido siendo sustituido por un pesimismo
creciente en relación con nuestro futuro. Pues bien, las cosas a veces pueden
no ser lo que parecen. Nuestro mundo ya globalizado sigue impulsado por una
utopía, en sentido literal, que es la del crecimiento económico y tecnológico
indefinidos como proceso del que se espera, con mayor o menor conciencia, la
solución de todos los problemas que nos plantean nuestras limitaciones físicas
y psíquicas, y los retos que surgen de nuestra vida en sociedad. Se cree, de un
modo u otro, que este crecimiento indefinido permitirá por fin a la humanidad,
en algún momento futuro más o menos próximo, alcanzar la completa satisfacción
de su continua búsqueda de felicidad. Aunque esto pueda ser sólo un mito, o una
fantasía, se trata, en realidad, del mito más extendido y operativo de nuestra
época, y el que goza de mejor salud en una civilización que se jacta de haber
dejado atrás las supersticiones para guiarse sólo por la luz de la razón.
El
desarrollo del modelo capitalista y los espectaculares avances
científico-técnicos que se han producido en los dos últimos siglos, han
transformado de manera importante a las sociedades actuales, pues han hecho que
aumenten los niveles de vida allí donde han logrado desarrollarse con éxito.
Los índices de bienestar material se han visto elevados muy considerablemente
si se los compara con los de los países no capitalistas, o que han permanecido
en sus formas de producción y de distribución tradicionales. El logro de la
riqueza, por lo tanto, el disfrute de los productos de consumo cada vez nuevos
que ofrecen los mercados y la competitividad han impulsado esta utopía de un
crecimiento económico y tecnológico indefinidos presentándose como los medios
definitivos para conseguir una vida feliz.
EL DESEO SUBORDINADO AL
CONSUMO
El
consumismo, pues, impulsado por la propaganda comercial, ha convertido el poder
adquisitivo y los niveles de compra de los ciudadanos de un país en la mejor
medida de su grado objetivo de felicidad y de proximidad a la utopía. Porque el
poder adquisitivo logrado es lo que justifica el esfuerzo y el duro trabajo, la
competitividad y la lucha por la ganancia económica. Ese poder de compra se
siente como la justa compensación obtenida para alcanzar y disfrutar de la así
merecida felicidad. De ahí el intenso placer que nos produce tirar a la basura
las cosas que poseemos y que ya no nos resultan atractivas para comprarnos
otras que ahora deseamos. Esta plenitud del disfrute del consumidor es lo que
se identifica hoy con la plenitud de la vida. O sea, el volumen de nuestra
actividad consumista y la posibilidad de adquirir continuamente nuevos objetos
en sustitución de otros, aunque no los necesitemos para nada, es el principal
índice para medir distintos elementos de nuestra plenitud de vida, tales como
nuestra posición social, nuestra autoestima en el marco de la competición por
el éxito, y nuestro mayor o menor sentimiento de autorrealización. En suma, se
tiene la convicción de que las posibilidades de una vida digna, gratificante,
una vida que valga la pena vivirse, dependen, ante todo y sobre todo, de todo eso
que miden las cifras oficiales del crecimiento económico. Las imágenes de la
publicidad comercial llenan la pantalla infinita de la sociedad de consumo. El
espectador vive en una realidad saturada de imágenes que subordinan su deseo a
los fines de la economía del consumo: no hay nada que desear más allá de un
cuerpo joven, de la ostentación de un coche de lujo, del glamour de un perfume
de impacto. Y los que no compran quedan relegados a la infelicidad.
El
problema es que esta utopía tiene consecuencias importantes: la persecución
desenfrenada de la riqueza y del crecimiento genera un hiperindividualismo que
rompe la solidaridad y la cohesión social, y desencadena un productivismo que
destruye el medio ambiente y amenaza con socavar las condiciones de nuestra
supervivencia en el futuro. En la declaración final de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, celebrada en Río de Janeiro en 1992,
se puede leer esto: “La causa principal de la degradación continua del planeta
es un esquema de consumo y de producción no viable, en particular en los países
industrializados”. Las propuestas que se hicieron, a partir de esta
constatación, para preservar la Tierra se han quedado en simple papel mojado.
CONFLICTO ENTRE UTOPÍA
Y RAZÓN
En
suma, nuestra mentalidad consumista hoy dominante y cada vez más globalizada,
tanto en economía como en política, no es capaz de responder a los retos
globales que pesan sobre el futuro de la humanidad. El capitalismo neoliberal
hoy radicalizado socava la convivencia pacífica al agrandar las desigualdades y
hacer cada vez más difícil la democracia.
Por otra parte, la máquina de producción y consumo marcha incontroladamente hacia la destrucción progresiva de las condiciones materiales de supervivencia, y es ingenuo pensar que vaya a detenerse para cambiar su velocidad y su rumbo. ¿Significa esto una crítica retrógrada al capitalismo y a la tecnificación? Pues no necesariamente. Lo que se debería plantear es la cuestión de cómo continuar mejorando las condiciones de vida de más gente sin hundirla en un modelo productivista–consumista “utópico”, y este adjetivo significa en este contexto entonces disparatado, engañoso, mítico y nefasto para la humanidad y para el planeta.
Hoy la economía es mundial, como lo es también la protección del medio ambiente, la necesidad de justicia social, la defensa de los derechos humanos, y tantas otras cosas más. Por ello los retos son grandes, porque no se trata sólo de cambiar la mentalidad, sino, más aún, de cambiar la forma de vivir de casi todo el mundo. Y esto no es en absoluto probable que vaya a suceder. No obstante, deberían encontrarse cuanto antes alternativas, y trabajar en medidas de reorganización y de autoprotección, en lugar de mirar sólo el corto plazo.
La utopía del crecimiento económico y tecnológico indefinidos tiene una fuerte carga emotiva con poderes motivacionales profundos, y ha arraigado en la mentalidad de los individuos de ya casi la totalidad del planeta determinando en gran medida sus ideas, expectativas y acciones al margen de las reglas lógicas que funcionan en el nivel de lo racional o de lo consciente. En este sentido se constata un conflicto importante entre utopía y razón. Pues aunque es posible reconocer el valor proyectivo de la imaginación utópica y su fuerza persuasiva, desde una apuesta clara por la razón estas fantasías deberían desenmascararse como pertenecientes al puro ámbito de los prejuicios, de las ilusiones infantiles y de las creencias infundadas nada inocuas.
Por otra parte, la máquina de producción y consumo marcha incontroladamente hacia la destrucción progresiva de las condiciones materiales de supervivencia, y es ingenuo pensar que vaya a detenerse para cambiar su velocidad y su rumbo. ¿Significa esto una crítica retrógrada al capitalismo y a la tecnificación? Pues no necesariamente. Lo que se debería plantear es la cuestión de cómo continuar mejorando las condiciones de vida de más gente sin hundirla en un modelo productivista–consumista “utópico”, y este adjetivo significa en este contexto entonces disparatado, engañoso, mítico y nefasto para la humanidad y para el planeta.
Hoy la economía es mundial, como lo es también la protección del medio ambiente, la necesidad de justicia social, la defensa de los derechos humanos, y tantas otras cosas más. Por ello los retos son grandes, porque no se trata sólo de cambiar la mentalidad, sino, más aún, de cambiar la forma de vivir de casi todo el mundo. Y esto no es en absoluto probable que vaya a suceder. No obstante, deberían encontrarse cuanto antes alternativas, y trabajar en medidas de reorganización y de autoprotección, en lugar de mirar sólo el corto plazo.
La utopía del crecimiento económico y tecnológico indefinidos tiene una fuerte carga emotiva con poderes motivacionales profundos, y ha arraigado en la mentalidad de los individuos de ya casi la totalidad del planeta determinando en gran medida sus ideas, expectativas y acciones al margen de las reglas lógicas que funcionan en el nivel de lo racional o de lo consciente. En este sentido se constata un conflicto importante entre utopía y razón. Pues aunque es posible reconocer el valor proyectivo de la imaginación utópica y su fuerza persuasiva, desde una apuesta clara por la razón estas fantasías deberían desenmascararse como pertenecientes al puro ámbito de los prejuicios, de las ilusiones infantiles y de las creencias infundadas nada inocuas.
Fuente extraída: http://revista-critica.com/la-revista/monografico/analisis/360-la-utopia-del-siglo-xxi Autor: Diego Sánchez Meca. Catedrático de filosofía de la UNED
Tras visualizar el documental se abrirá el debate, planteándose todas las opiniones o interrogantes que surjan sobre el tema en cuestión.
Te esperamos!!!
Cómo llegar a:
Cómo llegar a:
CAFÉ DE L' ÒPERA:
LA RAMBLA, 74 (frente al Gran Teatro del Liceo, a pocas calles de Plaza de Catalunya)
Sito en la céntrica calle La Rambla, nº 74, frente al gran Teatre del Liceu a muy pocas calles de Plaza Catalunya. Es un local confortable, emblemático con glamur y solera, donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de quien lo desee de una informal cena, en pleno corazón de la ciudad. Tenéis la parada de metro "Liceu" L3 línea verde, e infinidad de lineas de autobuses, y en plaza catalunya los nocturnos y todas las lineas que van a "cercanías"
Mejor ubicación imposible!!.
¡!Os esperamos!!
Móvil para confirmar asistencia o para cualquier consulta: 654113551
Montse Guardia.
GRUP PSICOGNOSIS SOCIAL –GPS
No hay comentarios:
Publicar un comentario