lunes, 30 de enero de 2017

CENA/TERTULIA: "LA FIDELIDAD EN LA PAREJA" ¿LA MONOGAMIA ES BIOLOGICAMENTE NATURAL?




ACTIVIDADES SÁBADO 4 DE FEBRERO 

CENA/TERTULIA:  

"LA FIDELIDAD EN LA PAREJA"

¿EXISTE LA FIDELIDAD, O ES UN MITO?

¿ES UN INVENTO ÉTICO - SOCIAL - RELIGIOSO PARA FOMENTAR LA FAMILIA?  

¿LA MONOGAMIA ES BIOLÓGICAMENTE NATURAL?


¿LA VERDADERA FIDELIDAD ESTÁ EN CRISIS?


NOTA IMPORTANTE:  LA ESENCIA DE LA TERTULIA ESTÁ EN ÉSTE NEWSLETTER, NO EN EL DOCUMENTAL, POR LO QUE SI TENÉIS TIEMPO Y QUERÉIS TENER UN CONOCIMIENTO DEL TEMA, LEED LA SIGUIENTE INFORMACIÓN.

ES MUY DIFÍCIL ENCONTRAR UN DOCUMENTAL QUE INCLUYA TODA LA TEMÁTICA, EN OCASIONES ME HAN COMENTADO QUE EL VÍDEO NO HA ABARCADO TODO EL TEMA, ES POR ESA RAZÓN QUE OS PIDO, QUE QUIEN PUEDA, LEA.



Nuestro punto de encuentro para éste Sábado 4 de Febrero a las 20:00 horas, será en el RESTAURANTE PIZZERIA GINOS de  BARCELONAhttp://www.ginos.es/, sito en la  céntrica Ronda Universidad, nº 27, esquina con Balmes y Rambla de Catalunya, y a muy pocos metros de la Plaza de Catalunya. Es un local confortable donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de buena cena.
Importante: 

Cuando entréis en el restaurante habréis de bajar unas escaleras, allí encontraréis la sala comedor para grupos.


Vamos a estar en un salón privado donde estaremos libres de ruidos ambientales. 


A las 20:00 horas iniciaremos pase del documental  - -"LA FIDELIDAD EN LA PAREJA"- ¿EXISTE LA FIDELIDAD, O ES UN MITO? ¿ES UN INVENTO ÉTICO-SOCIAL-RELIGIOSO PARA FOMENTAR LA FAMILIA?, - ¿LA MONOGAMIA ES BIOLÓGICAMENTE NATURAL? ¿LA VERDADERA FIDELIDAD ESTÁ EN CRISIS?    Se ruega puntualidad. Tras visualizar dicho documental, realizaremos un DOCUFORUM relacionado con éste tema.

Sobre las 22 horas cenaremos.

Para los más marchosos, después de cenar iremos a tomar unos refrescos para seguir con la velada en un ambiente más distendido.


Ruego confirmar asistencia para efectuar reserva de comensales. Para reservar llamad al móvil 654113551,  Montse Guardia.

A las 20 horas iniciaremos pase de documental

"LA FIDELIDAD EN LA PAREJA"
¿EXISTE LA FIDELIDAD, O ES UN MITO?
¿ES UN INVENTO ÉTICO-SOCIAL-RELIGIOSO PARA FOMENTAR LA FAMILIA? 
¿LA VERDADERA FIDELIDAD ESTÁ EN CRISIS?


 Se ruega puntualidad



Concepto: La fidelidad es la lealtad hacia una persona. El término proviene del latín fidelĭtas y también permite hacer referencia a la exactitud o puntualidad en la ejecución de una acción.

La fidelidad es la virtud para dar cumplimiento a una promesa. Cuando un hombre se casa con una mujer, le promete fidelidad (y viceversa). Se trata de un acuerdo que implica una serie de responsabilidades y que no debería ser violado por ninguna de las partes. La fidelidad es un valor: Moral

La persona fiel es aquella que cumple con sus promesas y mantiene su lealtad aún con el paso del tiempo y las distintas circunstancias. La fidelidad supone seguir un proyecto de vida que fue establecido a partir del acto de la promesa.

La fidelidad en un matrimonio puede ser una obligación moral (quienes están casados en un rito religioso deben obedecer el mandato de Dios) o legal (cuando es el Estado el que certifica la unión). Por eso, quienes son infieles pueden ser castigados de acuerdo a la normativa vigente. En la antigüedad, incluso, existían castigos corporales y torturas a los infieles.

Al trascender la relación de pareja, la fidelidad es una virtud que nace a partir del respeto por la confianza que una persona deposita en otra. No sólo se debe ser fiel en el amor, sino también en la amistad y el deber, por ejemplo.

Vivir la fidelidad se traduce en la alegría de compartir con alguien la propia vida, procurando la felicidad y la mejora personal de la pareja.

La fidelidad es un valor fundamental. Ya hemos escrito antes del valor de la lealtad que se aplica muy directamente con amigos, amistades, familiares y compañeros de trabajo. Sin embargo la fidelidad como valor se aplica más directamente a las relaciones de pareja entre novios y entre esposos, y hoy hemos querido profundizar en este tema, porque no es necesario sufrir la infidelidad de la pareja para entender que este es un valor fundamental.

El Estado Liberal de Derecho en las sociedades contemporáneas hace descansar su filosofía socio-familiar en el paradigma de la monogamia, desconociendo toda idea de bigamia o poligamia, a pesar que éstas se expresan al margen de la ley, por lo cual también reciben la correspondiente calificación civil o penal. En esta ocasión se expondrá el doble discurso de este paradigma por parte del Estado.


El paradigma de la monogamia.


El matrimonio no es un instituto de origen jurídico, sino religioso. Por ello no es extraño que la celebración del matrimonio, en sus principios, fuera competencia de la Iglesia, a través de sus miembros calificados. Sin embargo, en el devenir del tiempo y en el desarrollo de las sociedades según los valores imperantes de cada época, el matrimonio se llegó a considerar como la base de la estructura familiar, y ésta, como la base de la estructura social. De ahí que el Artículo 32 de la Constitución de la República (CN) establezca, entre otros aspectos, que la familia es la base fundamental de la sociedad (…) Que el fundamento legal de la familia es el matrimonio (…).

 La familia es la célula natural y fundamental de las relaciones sociales, conformada por personas que se encuentran unidas por vínculos jurídicos definidos por el (a) parentesco, ya sea por consanguinidad o por afinidad; por vínculos de orden matrimonial, establecidos por el (b) matrimonio; y por vínculos de hecho con efectos de derecho, como la (c) unión no matrimonial. Tengamos en cuenta que el Articulo 2 del Código de Familia (CF) instituye que la familia es el grupo social permanente, constituido por el matrimonio, la unión no matrimonial y el parentesco.

 Con la expansión de la teoría de la soberanía estatal, y por efectos prácticos, el matrimonio llegó a ser considerado valioso a los ojos de la ley, para dar seguridad y publicidad a las relaciones jurídicas de sus destinatarios. De tal manera que el Derecho institucionalizó el matrimonio civil, e inclusive ha llegado a fomentarlo y tutelarlo celosa y preferentemente. Así, el Articulo 7 CF afirma que el Estado fomentará el matrimonio.

Si bien es cierto que la familia es una manifestación social y natural de la organización humana, también es cierto que el paradigma de la monogamia es una manifestación aceptada en la concepción liberal del Estado, que institucionaliza tal paradigma con el fin de dar un margen de seguridad a las relaciones humanas (familiares y sociales). Por ello, a pesar que un sector doctrinario estima a la familia monogámica como anti-natural, el paradigma de la monogamia es aceptado con cierta generalidad, porque brinda un margen de seguridad material, personal, afectiva y moral. Se trata de un paradigma jurídicamente aceptado, o retomando el Preámbulo de nuestra CN, es un legado de nuestra herencia humanística.

Desde luego que la familia monogámica tiene una fuerte inspiración religiosa, pero ello no obsta a que el Estado procure dar un margen de equilibrio y permanencia a los grupos sociales en lo que actúa soberanamente.

Existe un doble discurso en el paradigma de la monogamia por parte del Estado, porque por una parte, en una etapa de la historia consideró necesario institucionalizar el matrimonio para dar seguridad a las relaciones humanas, de tal forma que en los países occidentales se acepta, sin mayor oposición, este paradigma; pero por otro lado, a pesar que el Estado fomenta las relaciones estables entre un hombre y una mujer, tolera las relaciones esporádicas que no afectan el núcleo de lo jurídico. Es decir, mientras el Articulo 11 CF establece que el matrimonio es la unión legal de un hombre y una mujer, con el fin de establecer una plena y permanente comunidad de vida; se acepta tácitamente o se reprocha “moralmente” la existencia de relaciones esporádicas como las derivadas de la prostitución. Es decir, el Estado llegó a consentir la existencia de grupos humanos con fines sexuales y lucrativos que son eventuales; pero procura y “fomenta” las relaciones estables entre UN hombre y UNA mujer (Relaciones monogamicas o singulares). Un discurso contradictorio.

Existe, por tanto, una reacción paralela al paradigma de la monogamia, porque existen grupos humanos que participan tácita y silenciosamente aferrados a él. Esto es así porque en la concepción liberal, y lastimosamente en el sistema patriarcal, la mujer se vio como un instrumento de valor procreacional y de belleza que acompañaba al hombre; pues en la medida que la mujer se valoraba por su imagen, tenía un margen de seguridad por pertenecer a una familia, junto a un hombre que se encargaba de llevar el sustento para ella y sus hijos. Es decir, aquella función sexual de la mujer fue sub-institucionalizada socialmente junto con el paradigma de la monogamia. Ahora bien, esta forma de ver a la mujer, en los albores del Siglo XXI, ha tenido fuertes avances para ser superada. Sin embargo, aún existen resabios negativos de dicha concepción, que nos dice que mientras los hombres y las mujeres tengan seguridad de quiénes son sus parejas, las meretrices pertenecen al submundo de las relaciones humanas eventuales que no afectan el equilibrio y permanencia de los grupos familiares; y en consecuencia, no se afecta el matrimonio, y así, tampoco a la familia, la cual es la base fundamental de la sociedad.



Una de las peores consecuencias de la falta de fidelidad o lealtad se puede ver en el rostro de los que luego se arrepienten y ya nada pueden hacer. Los rostros de los infieles y de los engañados llevan una marca de amargura muy difícil de borrar. Por eso para evitar vivir una vida llena de vergüenza y amargura lo mejor es vivir en completa integridad. El engaño a otros inevitablemente nos va a rebotar y a la larga los perdedores seremos nosotros mismos.


Fidelidad en una relación de amistad:  Si bien, en el inicio de los tiempos, el abanico de tareas que ocupaban al hombre  se limitaba necesariamente a las indispensables para vivir: comer, respirar, en el mundo moderno las posibles actividades en las que pueden embarcarse las personas son prácticamente infinitas: desde colaborar en el diseño del airbus A-380 o del Discovery hasta echar la partida de dominó con los amigos, pasando por el desarrollo de teorías matemáticas, oír discos, hacer barbacoas, puzzles y un etcétera largo como un día sin pan.

La amistad es, pues, una relación simbiótica que se funda para obtener respectivamente algo de otro. Una relación de amistad desequilibrada no se prolongará mucho en el tiempo a menos que uno de ellos  –o ambos- estén, a  su vez, desequilibrados. En las relaciones de amistad normales diríamos que una de las partes  incurre en infidelidad cuando sacrifica los beneficios que obtiene de una relación y los que prevé que obtendría en un futuro por los beneficios que espera de otra relación potencial.

En otros términos, dejar a un/a amigo/a por íntimo por otro/a nuevo del que se espera obtener más –en términos afectivos, intelectuales, económicos, etc.- sería incurrir en una deslealtad, o lo que es lo mismo, serle infiel. Pero quizá el ejemplo más claro de infidelidad se plantee en una situación de conflicto de intereses entre los propios y los de amigo, pero sin que se prevea que tal conflicto acabe con la relación. Si en tal conflicto se opta por satisfacer un interés propio puntual en perjuicio de un interés mayor del amigo a pesar de que quizá a largo plazo el balance de lo que se da y obtiene  a/del amigo fuera positivo, diría yo que se ha incurrido en una infidelidad.

En suma. Las relaciones de amistad imponen la necesidad de incurrir en sacrificios puntuales, y aquél que declina asumir ese coste estaría rompiendo su debida lealtad y fidelidad.

Fidelidad en una relación de pareja: La relación de pareja se caracteriza por reunir varios de los elementos de las dos relaciones que acabamos de describir. Es una relación tendencialmente perpetua y, por ende, mucho más sólida, en la que ambas partes se juegan mucho y renuncian a la libertad a favor de algo que, evidentemente, compensa esa renuncia. La relación se basa en la afectividad, el cariño, la confianza mutua, el respeto y en la admiración por alguna o varias de sus cualidades, pues estos son los mimbres en los que se gestará la futura familia.


Si definimos la fidelidad en la pareja como la lealtad a los valores fundamentales que inspiran esa relación, habremos de inferir por fuerza que en la relación de pareja una de las partes incurrirá en infidelidad en el momento en que conculque uno de tales principios.


¿Dónde se coloca la fidelidad? ¿En qué grupo podemos situarla?

La fidelidad no es un valor que se mire a sí misma, que se quiera porque sí, sin más.

Se es fiel a un amigo, a la esposa o esposo, a la empresa donde uno trabaja, a la patria, a la humanidad. La fidelidad acompaña a muchos valores que definen al hombre en su núcleo central, para el bien o para el mal.

Porque también hay personas que son “fieles” a su jefe criminal, al chantajista que pide negocios deshonestos, a la cita puntual para vender droga o para gastar el dinero de la familia en unas cuantas cervezas de más.

En estos casos la “fidelidad” queda deformada, dramáticamente, hacia vicios y males que son capaces de dañar a los demás y de destruirnos, poco a poco, a nosotros mismos.

Así que existen dos fidelidades. O, mejor, una fidelidad auténtica, al servicio del bien, y una caricatura de la fidelidad, siempre manchada por la mentira, la avaricia, el robo o el crimen.

¿Y cómo se construye la fidelidad auténtica? Todo depende, sencillamente, de la fuerza del amor que reina en el propio corazón.

Si uno ama de verdad a su familia, a sus amigos, a sus compañeros de trabajo, sabrá ser fiel a sus compromisos.

No quiere ser fiel porque sí. Quiere ser fiel para dar una respuesta de amor a aquellos a los que debe algo, a los que quiere ayudar, a los que aprecia y venera en lo más profundo de su corazón. Conforme más débil es el amor, menor es la fidelidad. Las traiciones matrimoniales responden de un modo bastante exacto a esta ecuación.

Por eso hay que evitar el error de querer ser fieles a toda costa, incluso sometiendo el amor como un medio para lograr la fidelidad.

No se ama para ser fieles: se es fiel para amar más y mejor. El amor construye la fidelidad para incrementar el amor.

Podríamos decir que la fidelidad es sólo un momento de paso del amor hacia el amor.

Cuando llega la prueba, cuando se asoma otro hombre u otra mujer, cuando uno se cansa de sus hijos pequeños o de sus padres ancianos, es entonces cuando el pequeño amor que tengamos nos ayuda a decir no a la deslealtad y sí a la fidelidad.

Superada la prueba, el amor puede crecer, hacerse luminoso, limpio, radiante, capaz de suscitar envidia en quienes observan las vidas de tantos hombres y mujeres que no ceden a la tentación de una trampa, porque en su corazón hay algo mucho más grande y más fuerte que la búsqueda de un placer provisional y despreciable.

La verdadera fidelidad está en crisis porque quizá hemos dejado de vivir a fondo el amor. Notamos el síntoma de una enfermedad profunda, que nos hiere un poco a todos, que nos carcome, debilita y empobrece.


“FUENTE: texto extraído de: http://elvalordelafidelidad.blogspot.com.es/



DOCUFORUM


https://www.youtube.com/watch?v=PuGcRoE27ec



Se proyectará otro vídeo, éste no es el que veremos en la tertulia

Tras visualizar el documental se abrirá el debate, planteándose todas las opiniones o interrogantes que surjan sobre el tema en cuestión.


Cómo llegar a RESTAURANTE-PIZZERIA GINOS BARCELONA:



Sito en la  céntrica Ronda Universidad, nº 27, esquina con Balmes y Rambla de Catalunya, y a muy pocos metros de la Plaza de Catalunya en pleno corazón de la ciudad, tenéis 4 líneas de metros, e infinidad de líneas de autobuses.

También en la misma acera, para los que vengáis de cercanías, tenéis la RENFE.

Mejor ubicación imposible!!.


¡!Os esperamos!!


Móvil para confirmar asistencia o para cualquier consulta: 654113551

Montse Guardia.

       



GRUP PSICOGNOSIS SINGLES –GPS-

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