domingo, 23 de mayo de 2010

DISTINCIÓN ENTRE TEMPERAMENTO, CARÁCTER Y PERSONALIDAD


TEMPERAMENTO, CARACTER Y PERSONALIDAD


Estos tres términos “temperamento”, “carácter” y “personalidad”, se entremezclan en la literatura, y su significado a muchos podría parecerles, hasta sinónimos. Ciertamente, son términos muy próximos, pero de ninguna manera idénticos. Para comenzar a delimitarlos, podemos citar a Allport, que define así a la personalidad según el cuadro sinóptico arriba insertado.

El temperamento nos viene heredado, es una manera de comportarse que nos viene en la información que llevamos en nuestros genes.

El carácter se forma y se conforma durante los primeros años de vida y que en función de nuestro temperamento y nuestras experiencias y sentimientos vividos en estos primeros años, nos mostraremos con una determinada personalidad.

La personalidad es lo que podríamos llamar una máscara como muy bien definiera el sociólogo Erwing Goffman:

“todo hombre es un actor en la gran representación social que es la vida, un actor que actúa un papel múltiple, ahora -por ejemplo- es padre, ahora es hijo, ahora hermano, ahora amigo, ahora domina, ahora es dominado. Todos estos papeles en el curso de la misma "representación", es decir de la única vida que "actuando" vive..

Se pueden tomar las interacciones personales como interpretaciones teatrales que en función del rol que adquiramos, actuamos.

Estableciendo relación con el Eneagrama, la máscara cotidiana, puede tener 9 tipologías distintas que en un momento dado podemos estar en la máscara del perfeccionista o en la del leal, o la del conciliador, en función de las innumerables variables, o como ya se ha citado, de los papeles que tengamos que representar y también por supuesto, de la pasión que nos invada circunstancialmente o que nos domina.



"La personalidad son como cuadros impresionistas. A cierta distancia, cada persona parece hecha "de una pieza"; desde mas cerca, constituye un desconcertante entramado de estados de animo, cogniciones e intenciones" (Theodore Millon).





DESCRIPCIÓN DEL CARÁCTER
Por Claudio Naranjo


Podemos describir el carácter como un compuesto de rasgos, entendiendo que cada uno de ellos apareció bien como identificación con un rasgo de los padres o bien, por el contrario, por deseo de no ser como los padres en ese aspecto en particular (muchos de nuestros rasgos corresponden a una identificación con uno de nuestros progenitores y, al mismo tiempo, a un acto de rebeldía con respecto al rasgo opuesto del otro). Otros rasgos pueden entenderse como adaptaciones más complejas y contramanipulaciones. Pero el carácter es más que un conjunto caótico de rasgos: es una compleja estructura que podría representarse en forma de árbol, en el que los distintos comportamientos son aspectos de comportamientos mas generales.

Núcleo fundamental del carácter

ESTRUCTURA DEL CARÁCTER


El «esqueleto mental» que todos compartimos es como una estructura que puede romperse como un cristal en un cierto número de maneras que están predeterminadas, de modo que, de entre todo el conjunto de rasgos estructurales principales, cualquier individuo dado (como resultado de la interacción de factores constitucionales y situacionales), acabará tomando uno u otro como primer plano de su personalidad, mientras que el resto de rasgos estarán en un fondo más próximo o más lejano.

Podríamos usar también la analogía de un cuerpo geométrico que descansa sobre una u otra de sus caras; todos compartimos una personalidad con las mismas «caras», lados y vértices, pero (continuando con la analogía) con diferentes orientaciones al espacio, “cosmovisión”.



Según esta visión existen nueve caracteres principales -(en contraste con los tres de Sheldon, los cuatro temperamentos de Hipócrates, los cinco tipos bioenergéticos de Lowen y las cinco dimensiones de algunos factorialistas)-. Cada uno de éstos presenta, a su vez, tres variantes, según sea el predominio de intensidad de los impulsos de autoconservación, sexual o social (existen un total de 27, tres por cada eneatipo, conocido como subtipos).



Los nueve caracteres, en esta visión, no constituyen simplemente una serie de estilos de personalidad: constituyen un conjunto organizado de estructuras de carácter, entre las cuales se observan relaciones específicas de contigüidad, contraste, polaridad, etc. Estas relaciones están representadas de acuerdo con la estructura geométrica tradicional llamada «Eneagrama» denominaremos a estos caracteres “eneatipos”, como abreviación de «tipos de personalidad según el Eneagrama.

Toda forma de carácter interfiere con lo instintivo.

El carácter ha surgido para protegernos, nos hemos creado una mascara en función de lo que esperamos que los demás nos quieran o nos acepten, y por ello nos ponemos una máscara, por lo tanto no somos espontáneos, la esencia no sale, el proceso instintivo queda muy bloqueado, todo carácter, sea el que sea interfiere con lo instintivo, es hermético, se fragmenta por dentro pero no sale.



         EXPLICACIÓN DEL NÚCLEO FUNDAMENTAL DEL CARÁCTER

Nacemos con un temperamento que nos viene en nuestra información genética, es decir, lo heredamos, pero el carácter de alguna manera se forma y se conforma en nuestros primeros 7 años de vida, (factores ambientales, lo que vemos o vivimos en nuestra infancia, los decretos parentales), por lo que de alguna manera el carácter somete al temperamento y en función de como hayamos vivenciado nuestras experiencias que no tiene porque ser traumáticas, tendremos un carácter u otro, subyugando al temperamento, o inhibiéndolo.


Porque inhibimos nuestro temperamento?? Voy a poner un ejemplo:

Imaginaros una niña revoltosa y desde tu más tierna infancia te han dicho se ordenada que eres un desastre, no te ensucies, eres torpe, no te concentras....

Esa niña interpreta ante estos decretos que no es aceptada tal y como ella es, por lo que se siente criticada y además adquiere la creencia que haga lo que haga nunca obtendrá el reconocimiento de su Papi o de su Mami, por lo que probablemente en su madurez, en acto de rebeldía sea un verdadero desastre para fastidiar a sus Padres, o bien puede convertirse en una persona súper controlada, ordenada, inhibiendo su temperamento por miedo a ser criticada o no aceptada.

Por eso el núcleo fundamental del carácter esta compuesto por un aspecto motivacional, la pasión es una motivación deficitaria, y eso significa y siguiendo el ejemplo citado, si nos sentimos criticados hay una motivación deficitaria respecto a nuestros deseos básicos que es ser aceptados y queridos.

Hemos de tener presente que en nuestra infancia no podemos comprender de la misma manera que en nuestra edad adulta porqué estamos en una fase de desarrollo cognitivo y físico, por lo que no podemos gestionar ni comprender como adultos y eso juega en contra, ya que podemos mal interpretar estos decretos parentales como que no nos quieren, en lugar de pensar que nos están enseñando a ser ordenados, aunque a veces realmente el niño ha sufrido verdaderas vejaciones y malos tratos, pero no tiene porqué ser siempre esos casos extremos, a veces de Padres muy exigentes, los hijos quedan fijados en aquello que saben que van a conseguir la aprobación parental.

Por lo que no hemos de olvidar que esa motivación deficitaria siempre va ser subjetiva es como lo vive el niño, lo que experimenta y vivencia, y es aquí donde entra el otro aspecto que es la fijación es precisamente quedarse anclado en este... tengo que ser una persona perfecta para que mis papis me quieran. Claro esta que siempre habrá grados de perfeccionismo, ya que incluso puede convertirse en una psicopatologia, pero es muy común tener en nuestra familia alguien súper ordenado meticuloso, pulcro crítico, etc., pues este seria el ejemplo de una persona que en su infancia haya introyectado estos decretos como un mensaje de no ser aceptado.

Por lo tanto, toda forma de carácter conlleva una personalidad condicionada, dejas de ser tal y como eres para pasar a ser, como crees que tus padres quieren que tú seas. Con los años provoca neurosis importantes, porque en realidad la persona deja de ser ella misma y vive con una máscara que lo aleja de su esencia. Queda fijada en esa idea.

Por lo que:


Existe una interferencia de la pasión en el instinto bajo la influencia continuada de una percepción cognitiva distorsionadora

Por sentirnos deficitarios en nuestros deseos básicos, no sacamos nuestra parte instintiva y la bloqueamos bajo la creencia de una idea distorsionada (fijación) ejemplo he de ser perfecto para que me quieran y me acepten.

2 comentarios:

  1. Excelente informacion, felicidades por la redaccion. Me considero una persona con no muy buena comprension lectora la mayoria de las veces, pero su redaccion ha sido tan buena, que lo he entendido todo sin dificultad... Gracias!!

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  2. Gracias Martha por tu comentario, y me alegra el que hayas tenido facilidad en la comprensión del post pues he de reconocer que hay conceptos que no son fáciles, ni de escribir ni de entender.

    Un abrazo desde Barcelona (España)
    Montse Guardia

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