martes, 23 de agosto de 2016

SÁBADO 27 DE AGOSTO -CENA/TERTULIA: "EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE (ECM) " ¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?


ACTIVIDADES SÁBADO 27 DE AGOSTO
CENA/TERTULIA:  
"EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE (ECM)"
EL FENÓMENO LÁZARO Y/O EFECTO TÚNEL 
¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?



Nuestro punto de encuentro para éste Sábado 27 de Agosto a las 20:00 horas, será en el RESTAURANTE PIZZERIA GINOS de  BARCELONAhttp://www.ginos.es/, sito en la  céntrica Ronda Universidad, nº 27, esquina con Balmes y Rambla de Catalunya, y a muy pocos metros de la Plaza de Catalunya. Es un local confortable donde podremos tertuliar con tranquilidad, realizar una conferencia, y disfrutar de buena cena.
Importante: 


Cuando entréis en el restaurante habréis de bajar unas escaleras, allí encontraréis la sala comedor para grupos.
Vamos a estar en un salón privado donde estaremos libres de ruidos ambientales. Por favor las damas traed pañuelos o chaqueta, porque las más frioleras solicitan apagar el aire, y nos asamos!!


A las 20:00 horas iniciaremos pase del documental  "EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE (ECM)" FENÓMENO LÁZARO Y/O EFECTO TÚNEL ¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE?  -Se ruega puntualidad. Tras visualizar dicho documental, realizaremos un DOCUFORUM relacionado con éste tema.

¿Qué hay antes y después de la muerte? ¿Una intensa luz nos muestra siempre el camino? ¿Todos atravesamos un largo túnel para volver a la vida? ¿Qué vemos desde allí y qué sentimos? ¿Con quién nos encontramos?

Sobre las 22 horas cenaremos.

Para los más marchosos, después de cenar iremos a tomar una copa.


Ruego confirmar asistencia para efectuar reserva de comensales. Para reservar llamad al móvil 654113551,  Montse Guardia.

A las 20 horas iniciaremos pase de documental

¿"EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE (ECM)" 
EL FENÓMENO LÁZARO Y/O EFECTO TÚNEL 
¿EXISTE VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE? 

 Se ruega puntualidad


Se puede perder el miedo a morir? Parece que ese natural temor del ser humano desaparece en aquellas personas que han sufrido el llamado "efecto túnel", un viaje de ida y vuelta entre la vida y la muerte.

¿Qué hay antes y después?, ¿qué significa esa intensa luz que muestra el camino?, "¿atravesamos todos un largo túnel para volver a la vida?, ¿con quién nos encontramos?

Extenso estudio científico concluye que existe conciencia después de la muerte
Después de 4 años, investigadores de la Universidad de Southampton documentaron 240 casos de personas conscientes, pese a estar clínicamente muertas.

Una de las preguntas que más ha inquietado a la humanidad desde hace milenios es la siguiente: ¿existe vida después de la muerte? La respuesta, por supuesto, a falta de evidencias concretas, no ha sido concluyente, lo que ha encendido aún más el eterno debate por este sempiterno y polémico tema. Un debate que comenzó en tiempos del filósofo griego Platón (siglo IV a. C.), quien en algunos de sus diálogos de su obra “Fedón” enumeró diversos argumentos que probaban la supuesta inmortalidad del alma.

Intentando ayudar a dilucidar la interrogante anterior, investigadores de la Universidad de Southampton examinaron durante cuatro años los casos de 2 mil personas que experimentaron paros cardíacos mientras se encontraban internados en 15 hospitales de Estados Unidos, Austria y Reino Unido. Luego de analizar detalladamente cada caso, en uno de los mayores estudios científicos jamás realizados sobre este tema, los mismos especialistas encontraron que 40% de las personas que “revivieron” después de unos instantes de haber estado clínicamente muertas, relataron que durante esos momentos estuvieron de algún modo vivos o conscientes.

“Hay alguna evidencia de que la conciencia del ser humano podría continuar funcionando después de que se detiene el corazón y el cerebro deja de funcionar”, explicó el doctor Sam Parnia, jefe de la investigación, quien agregó que “el cerebro no puede funcionar cuando el corazón ha cesado de latir. Pero en muchos casos la conciencia parece haberse mantenido por varios minutos más en un período en el que el corazón ya no estaba latiendo”.

Dr. Sam Parnia

El doctor Parnia, quien ha escrito los libros “¿Qué sucede cuando morimos”, “El efecto Lázaro” y “Resurrecciones”, se refirió, por citar un ejemplo, al caso de un hombre de 57 años que estuvo más de tres minutos clínicamente muerto y reportó haber sentido cómo abandonaba su cuerpo y luego observado desde un extremo de la habitación cómo su cuerpo era resucitado. Lo más impresionante de este relato es que describió con lujo de detalles el movimiento del personal, los diálogos entre las personas que estaban en la sala y los sonidos de las máquinas que ocurrieron ya estando muerto.

“Este hombre describió todo lo que ocurrió en la habitación, pero además escuchó dos beeps que emite una máquina en intervalos de 3 minutos. Así que pudimos medir con bastante precisión cuánto había durado su experiencia. Estuvo consciente, entonces, durante un período de más de tres minutos durante los cuales no había pulso. Esto es paradójico, ya que típicamente el cerebro deja de funcionar entre 20 y 30 segundos después de que se detiene el corazón, y no vuelve a retomar la actividad hasta que el corazón reinicia sus latidos”.

El doctor Parnia concluye finalmente, a la luz de su investigación, que «no podemos seguir considerando la muerte como un momento absoluto, sino más bien como un proceso al que se puede dar marcha atrás varias horas después de que haya empezado a ocurrir», planteando de hecho una ciencia que está borrando la frontera entre la vida y la muerte.

ECM

Conciencia separada de la muerte del cerebro

Desde las neurociencias o conjunto de disciplinas que estudian el sistema nervioso, son muchos los científicos que afirman que la conciencia humana no es más que el resultado de la actividad química y eléctrica del cerebro, y en situaciones cercanas a la muerte, debido a un trauma o a un mal funcionamiento generalizado, el cerebro empieza a fallar, liberando diversas hormonas y neurotransmisores que convierten al sistema nervioso en una suerte de pandemónium. Así, según estos mismos científicos, la actividad anormal del cerebro se interpretaría como un “viaje al Más Allá”, cuando en realidad se trataría sólo de alucinaciones o trampas de la mente. Sin embargo, el reciente y revelador estudio del doctor Parnia demostraría que la conciencia humana podría seguir existiendo incluso después de la muerte física.


El doctor argentino Arturo Famulari, especialista en neurología cognitiva y del comportamiento, explicó que “según mi criterio, son más exitosas las afirmaciones de aquellos investigadores que se animan a modificar el paradigma científico tradicional que las de quienes continúan con los envases metodológicos tradicionales. La explicación científica para todas y cada de una de las ECM o Experiencias cercanas a la muerte es prácticamente la misma: el estado pre-mortem conlleva a una franca disminución de la llegada de sangre al cerebro, ésta a una disminución de su metabolismo, que puede alterar aún más la expresión de los genes y la cantidad y calidad de electricidad y química que el cerebro necesita producir. Pero el estudio del doctor Parnia es muy interesante porque sostiene que es posible que pueda no ser correcta la idea histórica de que los procesos electroquímicos en el cerebro crean la conciencia, y que es posible que exista “algo” allí que aún no hemos descubierto, algo que la ciencia no conoce, y que tal vez la conciencia esté totalmente separada del funcionamiento del cerebro”.

Van Lommel reta a la medicina oficial: "La conciencia no está en el cerebro. Sobrevive a la muerte"

Le avalan más de 30 años estudiando las experiencias cercanas a la muerte (ECM)
El libro “Vida después de la Vida” supuso en 1975 un auténtico tsunami. Su autor, Raymond Moody, introdujo por primera vez la expresión “experiencias cercanas a la muerte “(ECM), que el cine ha popularizado en películas como "Más allá de la vida” (2010), dirigida por Clint Eastwood o  la francesa “Premonición”( Afterwards) (2008) protagonizada por John Malkovich, que es la que más se aproxima a las teorías de Van Lommel.

La clase médica oficial calificó los relatos de las ECM de meras alucinaciones provocadas por la ausencia de oxígeno en el cerebro (anoxia) y la liberación de las endorfinas, un opiáceo natural que sirve para contrarrestar situaciones de estrés como una parada cardio-respiratoria. Van Lommel no creyó en esa explicación oficial. En 1981 publicó en la revista Lancet  una primera investigación sobre las experiencias de pacientes que habían sufrido una ECM tras superar una  parada cardio-respiratoria con muerte cerebral. Más de treinta años después, dedicados al estudio de los ECM, se  publica en España “Consciencia más allá de la vida”., escrito por este cardiólogo holandés. No te deja indiferente.

La última frontera

Van Lommel nos ofrece un dato desconcertante. Sólo un 18% de los pacientes con encefalograma plano sufren una ECM. No son meras alucinaciones. Ni intervienen las endorfinas. El regreso siempre es abrupto y doloroso. Hay más. No se pierde la identidad propia. Además ven y escuchan todo lo que ocurre a su alrededor, pese estar en otro estado, sin tiempo ni espacio. “Sentí –asegura una paciente- que me iba deslizando hacia las profundidades de otro estado de conciencia. Por decirlo de algún modo, mi conciencia  viajaba mientras mi cuerpo permanecía inmóvil sobre la cama. Podía ver mi cuerpo, no sentirlo”.

Los que experimentan una ECM constatan la existencia de una última frontera; más allá de la cual llegaba la muerte, el viaje sin retorno. Así lo experimentó un joven, completamente sordo, que casi se ahoga a los diez años.

“Entonces alcancé la frontera. A pesar de tener diez años, no necesité más explicaciones. Sencillamente comprendí que nunca podría volver si cruzaba aquel límite. Pero alguno de mis antepasados estaban al otro lado, llamando mi atención, porque se comunicaban conmigo mediante una especie de telepatía.”

¿Dónde está esa frontera entre la vida y la muerte?, nos preguntamos con Van Lommel. Hasta ahora se distinguía la llamada muerte clínica (cese de la respiración y de la actividad cardíaca) de la muerte biológica, en la cual el cerebro pierde las funciones de forma irreversible sin posibilidad de reanimación. Van Lommel pide revisar estos conceptos admitidos por la medicina oficial.

Los regresados

Estas experiencias cercanas a la muerte se producían en el pasado. El psicoanalista Gustav Jung sufrió una ECM. Son experiencias que han aumentado con los avances médicos de resucitación. Las ECM no dependen de factores como la religión, la raza, el sexo o a cultura. 

Los niños también sufren las ECM. “Cuanto tenía cinco años  contraje meningitis y entré en coma. `Morí´ y fui arrastrado hacia un vacío oscuro y seguro en el que no sentía miedo ni dolor. Me sentía en casa, en aquel lugar…Vi una niña pequeña de unos diez años. Noté que me reconocía. Nos abrazamos y me dijo: ”Soy tu hermana. Morí un mes antes de que tú nacieras….Mis padres quedaron tan impactados que les entró el pánico (…) Me confirmaron que, en efecto, habían perdido a una hija llamada Riertje. Habían decidido no decírnoslo ni a mí, ni a mi hermano hasta que fuéramos lo suficiente mayores para entender el significado de la vida y la muerte”

Además de estos encuentros los regresados se ven rodeados por una luz inexplicable tras un largo túnel. Experimentan también un cambio de percepción, especialmente sorprendente en personas sin visión. ”Lo siguiente que recuerdo es que estaba en el Centro Médico Harborview, contemplando todo lo que sucedía allí abajo. Y era terrorífico, dado que no estoy acostumbrada a ver las cosas de forma visual, ¡porque nunca antes lo había hecho! ¡Y al comienzo era algo espeluznante!  Y entonces por fín reconocí mi anillo de boda y mi pelo. Y pensé: “¿Eso de ahí abajo es mi cuerpo? ¿Estoy muerta o qué? Ellos(los médicos) no paraban de repetir: ¡No podemos traerla de vuelta!...”
No todas las ECM son tan gratificantes. Un porcentaje pequeño, entre un 1% o un 2%, de los regresados tiene una ECM aterradora que les deja un recuerdo perenne durante toda su vida. Y esto mismo ocurre en todas las ECM

El síndrome del regreso

Las ECM están más extendidas de lo que se creen. Según  Van Lommel  unas 600.000 personas en los Países Bajos, 2 millones en el Reino Unido y más de 9 millones en EEUU han tenido una ECM. Los regresados inician, después de una ECM, una búsqueda silenciosa para entender su experiencia. “Cuando regresé de aquel mundo maravilloso, de aquella experiencia fascinante, el recibimiento que se me dio aquí, en este mundo, fue frío, gélido, y sobre todo desprovisto de amor”, aseguró una mujer que sufrió una ECM tras graves complicaciones en el parto.

Van Lommel describe un auténtico síndrome del regreso. Las posibilidades de divorcio aumentan al no aceptar la pareja los relatos de una ECM. En los jóvenes pueden buscarse vías de escape como las drogas o el alcoholismo. Sólo la aceptación de esta experiencia –afirma Van Lommel- puede tener efectos positivos, pero desgraciadamente los médicos no están preparados para afrontar estas pacientes con síntomas tan desconcertantes. Ni siquiera en la Iglesia encuentran respuestas.

Los regresados experimentan otros cambios  No tienen miedo a la muerte, son más altruistas y, sobre todo, más espirituales. Tienen que aprender también nuevas sensaciones tras una ECM como una intuición agudizada, clarividencia, ver las emociones y sentimientos de los demás, y lo más sorprendente, su cuerpo puede emitir un campo electromagnético que rompe cualquier aparato eléctrico con un simple roce. También ven el aura de las personas como comprobamos en “Premonición ”( Afterwards).

La conciencia no está en el cerebro

Van Lommel  no es creyente. No cree en la trascendencia, pero rechaza, tal como se enseña hoy, que la conciencia sea producto o efecto de la función cerebral. Este heterodoxo holandés habla de la muerte como un cambio de conciencia. La muerte supone entrar en lo que él llama una conciencia no local, sin tiempo ni espacio. Plantea una especie de inmanentismo metafísico. La idea de Dios se ha sustituido en Van Lommel en por una conciencia humana colectiva o universal que conecta a cada individuo con todo cuanto existe, ha existido o existirá. Y argumenta esta explicación, acudiendo a la Física cuántica.

Platea también que el cordón umbilical que nos une con esa conciencia no local es el ADN, que  –afirma Van Lommel- permite explicar la continuidad de nuestro cuerpo siempre cambiante. Este cardiólogo llega a una conclusión que parece ciencia ficción: la memoria trasplantada  en las donaciones de órganos. "En ocasiones- afirma- el ADN del órgano trasplantado continúa funcionando como zona de resonancia o interfaz de la conciencia del donante, permitiendo al receptor del órgano sentir retazos de sentimientos e ideas que apuntan a la personalidad y a la conciencia del donante fallecido". Estremecedor.

¿Cuándo empieza la muerte?


Las ECM  rompen los viejos prejuicios sobre la muerte. Es la propuesta de este médico contracorriente que cuestiona la extracción de órganos en donantes cerebralmente muertos. ¿Equivale la muerte cerebral a la muerte?, se pregunta este cardiólogo holandés, que nos revela un dato estremecedor. "La mayoría de la gente ignora que la extracción de órganos de un paciente `muerto´ a menudo requiere la administración de anestesia general, a causa del llamado síndrome de Lázaro: reflejos violentos del donante cuya muerte se ha certificado".

También  cuestiona la eutanasia (legal en Holanda desde 2001).  “Podría cambiar la actitud de los pacientes, su deseo de solicitar la eutanasia o un suicidio asistido, si se dieran cuenta de que la conciencia sobrevive a la muerte porque no tiene principio ni fin”.

A Pim Van Lommel no es fácil callarle. Es un científico atípico dispuesto a intervenir en programas de TV y a ser entrevistado en prensa y también en televisión. También tiene su propia web, donde recibe cartas como éstas de personas que han sufrido una ECM
“En cualquier caso, para mí, personalmente esta experiencia ha sido decisiva para convencerme de que la conciencia perdura más allá de la tumba. Lo muerto ha resultado no estarlo, sino ser otra forma de vida”


Como afirma en el prólogo Raymond Moody –autor del exitoso Vida después de la vida-, «los investigadores de todo el mundo comienzan a descubrir que las profundas experiencias espirituales de los moribundos resultan difíciles de explicar». Y en palabras del Dr. Gaona: «Lo que nos estamos jugando al intentar comprender en qué consisten las ECM no es solo si existe vida más allá de la presente, sino también si podemos entender los complejos modelos de conciencia, incluyendo la percepción sensorial o la memoria, ya que estos procesos podrían estar enfrentados a los conocimientos actuales de la neurofisiología».


DOCUFORUM


Tras visualizar el documental se abrirá el debate, planteándose todas las opiniones o interrogantes que surjan sobre el tema en cuestión.


¿Qué hay antes y después de la muerte? ¿Una intensa luz nos muestra siempre el camino? ¿Todos atravesamos un largo túnel para volver a la vida? ¿Qué vemos desde allí y qué sentimos? ¿Con quién nos encontramos?


Cómo llegar a RESTAURANTE-PIZZERIA GINOS BARCELONA:




Sito en la  céntrica Ronda Universidad, nº 27, esquina con Balmes y Rambla de Catalunya, y a muy pocos metros de la Plaza de Catalunya en pleno corazón de la ciudad, tenéis 4 líneas de metros, e infinidad de líneas de autobuses.

También en la misma acera, para los que vengáis de cercanías, tenéis la RENFE.

Mejor ubicación imposible!!.

¡!Os esperamos!!


Móvil para confirmar asistencia o para cualquier consulta: 654113551

Montse Guardia.

                               


GRUP PSICOGNOSIS SINGLES –GPS-

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